El pecho de la selección italiana de fútbol lo adornan cuatro estrellas como cuatro soles. Son las veces que la azzurri ha levantado el Mundial. El último en 2006. Pero la crisis del fútbol italiano, la ausencia de grandes jugadores en los últimos lustros, los ha dejado fuera de las dos últimas citas mundialistas, Rusia 2018 y Qatar 2022, que está disputando estos días. Para ahogar las penas, el deporte italiano tiene la Copa Davis, cuyo equipo está en la Fase Final que se está jugando en Málaga. Y ahí se ha concentrado la afición italiana para dar alas a los suyos. 

El cruce de cuartos de final los ha emparejado con Estados Unidos, y el sorteo quiso que se estrenasen en la única sesión matinal de las programadas. A las diez de la mañana de este jueves 24 de noviembre estaban citados en la pista indoor del Palacio de los Deportes Martín Carpena norteamericanos e italianos. Como era previsible, era una jornada para los colegiales, los alrededores del pabellón están llenos de autobuses y el anillo superior especialmente acoge en sus asientos a los muchos jóvenes y niños. 

Pero con lo que quizás no se contaba es con que el Carpena fuera una caldera a esas horas de la mañana. Pero la afición italiana, sin Mundial, ha desembarcado en Málaga de manera numerosa y haciendo tronar el pabellón con cada punto de su jugador, Lorenzo Sonego, el primer italiano en liza de la competición. 

Poco o nada que envidiarle tiene esta eliminatoria a la vivida en la tarde del miércoles con España jugando de local. Quizás al revés. Las banderas italianas salen al aire con cada punto de Sonego y los 'tifosi' han conquistado para la causa a todo el pabellón. 

La tribuna de prensa es otra señal. A medio gas en las dos primeras jornadas, en la matinal del jueves quedaban muy pocos asientos libres. 

Todo apunta, a una marea azul este fin de semana en Málaga. Se han tomado los italianos esta Davis como una cuestión nacional.