Juan A. Romera Fadón F. J. Cristòfol

El cambio de recorrido oficial en 2019 no fue la balsa de aceite que se esperaba en la Agrupación de Cofradías de Semana Santa de Málaga. Sobre el papel, sólo cinco de las cuarenta y una hermandades agrupadas votaron en contra de un cambio que parecía ilusionante. Se dejaba atrás un recorrido que había funcionado, pero que también había recibido críticas. 

Las cofradías pasarían de entrar por la Alameda y subir Larios, un recorrido en forma de ele, para entrar por la plaza de la Constitución, bajar Larios, entrar por Martínez hacia Atarazanas, transitar hacia Torregorda, bajar toda la Alameda dirección Este, incluida la plaza de la Marina y subir por Molina Lario para acabar en la torre mocha de la Catedral. Un cambio radical

2019 fue un año tenso, en el que incluso hubo escraches al presidente de la Agrupación de Cofradías, Pablo Atencia, en algunos actos institucionales. Se prometieron mejoras y este año se presentó una remodelación: vallas en color granate, mejora de la iluminación en la Marina y lonas serigrafiadas con los escudos de las hermandades. El trazado, el mismo.

Pero la Semana Santa de 2022 no ha sido mucho mejor que antes de la pandemia. Las críticas en medios de comunicación, en corrillos cofrades y en redes sociales han sido, en muchos casos, despiadadas. La que más ha trascendido, la de Manolo Sarriá, el humorista que hablaba en términos de privatización de la Semana Santa. Tan dura fue la crítica y tan viral su proyección, que la historia llegó a los medios nacionales. 

Y de los medios, a la política. Un aspecto que siempre había quedado en la autogestión de los cofrades, traspasaba la frontera. El alcalde, Francisco de la Torre, abría el melón el Lunes Santo y hablaba de "ver la experiencia de este año" para "analizarla la semana que viene para aprender de cara al futuro". Las palabras del alcalde, sin suponer abiertamente una crítica, eran un tirón de orejas. La semana de Pascua será clave, según sus declaraciones, para el futuro del recorrido oficial.

Más tarde, el Miércoles Santo, el portavoz socialista y secretario general del PSOE en Málaga, Daniel Pérez, criticaba el modelo de celebración de la Semana Santa y señalaba que no se puede "dar pábulo" a que "genere una sensación excluyente que separa a la ciudadanía". Pérez se centraba, sobre todo, en las medidas de seguridad implementadas por el Ayuntamiento y pedía que se diera "marcha atrás a medidas negativas, como las vallas que apartan a personas del recorrido oficial en la zona centro y que no lo hacen permeable". La permeabilidad ha sido uno de los mantras repetidos por la Agrupación de Cofradías desde que presentara el proyecto de nuevo recorrido.

El Jueves Santo, la concejal de Cs en el Ayuntamiento de Málaga, Noelia Losada, criticaba el recorrido oficial, del que decía que es "más incómodo y menos seguro" y pedía "replanteárselo y tomar decisiones para 2023". Losada daba en la línea de flotación del argumentario del nuevo recorrido: la seguridad

El recorrido oficial y, en general, el mundo de las cofradías, han estado separados de la política. Algunas irrupciones, como las de Juan Cassá en el anterior mandato, supusieron importantes críticas por parte de colectivos cofrades. Ahora, por mor del recorrido oficial, la política y las cofradías vuelven a unirse y ahora con visos de centrar el debate unos días después de la Semana Santa.

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