El pasado sábado el legendario grupo de rock La Guardia pasó por Málaga con motivo de La Noche en Blanco. El concierto que dieron en la Plaza de la Marina presentando la edición 2024 de los Atardeceres Larios consiguió una vez más colapsar las calles del centro de la ciudad. Con temas de su repertorio clásico y algunos más recientes, la banda originaria de Granada hizo del espacio junto al muelle un lugar de nostalgia y reencuentro para los amantes del pop nacional.   

Tuvimos una conversación con Manuel España, compositor y líder de la formación, el cual nos habló de su relación con la ciudad, la visión que te da el paso del tiempo sobre la música o los sonidos que actualmente le inspiran.  

En 1983 ficháis con un sello independiente de la ciudad llamado La Sepulvedana. 40 años después seguís pasando por estas tierras y siendo queridos para eventos tan señalados como La Noche en Blanco. ¿Cómo es esta relación? ¿Qué sensaciones os trae venir aquí?

Nuestro vínculo con Málaga es bastante fuerte, porque como bien dices, todo comenzó aquí con un sencillo grabado para la Sepúlveda Records y producto de este nació La Guardia como banda. Años después ganamos el certamen en Fuengirola y el premio fue sacar nuestro primer maxi single, así que se puede decir que Málaga es una ciudad que nos trae mucha suerte y buenos recuerdos. Es un orgullo estar tocando aquí al lado de casa para los amigos. En 2022 ya participamos en Atardeceres Larios, en El Balneario, y es un placer volver a colaborar con ellos en La Noche en Blanco.

Tras tantos años de trayectoria y conciertos a las espaldas, ¿qué es lo que te sigue haciendo ilusión de venir a tocar fuera? Entiendo que los halagos, cuando se han recibido tantas veces, hacen que tengas una piel más impermeable a ellos.

Al contrario, los halagos después de tanto tiempo hacen que tengamos fuerza para seguir tocando en directo y dando lo mejor de nosotros, eso es algo que a lo que nunca te acostumbras. Es como cuando pisas el escenario cada día y sientes los mismos nervios del principio, eso es lo bonito de la música.

Escuché una entrevista reciente en la que decías que últimamente escuchabas músicos como Mon Laferte o Caloncho. ¿Hay algún grupo o solista español que escuches ahora y que te guste?

Carlangas, por ejemplo, es un solista que me gusta. Ya con su banda anterior, Novedades Carminha, me molaba muchísimo. LITUS también es otro artista que me encanta, de hecho, ha colaborado en nuestro 40 aniversario en la grabación en directo que hicimos en el WiZink.

La Guardia coreografiados en su paso por Málaga Iván Budarin

¿Y algún proyecto nuevo y joven que nos quieras recomendar? Andalucía, y Granada en específico, ha sido siempre un cultivo de músicos súper talentosos.

Los Fusiles por ejemplo son una banda que recomiendo encarecidamente y que me encantan, han recogido muy bien el testigo de grupos clásicos y le han dado un nuevo punto de vista muy interesante y castizo.

Seguro que has coincidido, aunque sea unos años, con otra gran leyenda de la música granadina, Los Planetas. ¿Qué te parece este subgénero del indie que prácticamente partió de tu ciudad?

Estoy muy orgulloso de todos los grupos y solistas que ha dado mi tierra y sigue dando. Aunque realmente no sea el tipo de música que escucho en casa, los respeto mucho. Yo soy más de clásicos americanos de los años 70 tipo Roy Orbison, Eagles Poco, Bob Seger y bandas por el estilo. Soy bastante abierto a la hora de escuchar música, también me gustan Rialto, Boo Ridleys, Velocette, Spring, Travis, Galaxie 500, Mojave 3, etc. Ese es el indie que me flipa.

Para mí, que soy de otra generación, La Guardia ha sido una banda sonora de los viajes en coche con familia. ¿Qué música le ponéis a vuestros hijos?

Mis hijas tienen muy buen gusto musical, escuchan un poco de todo y les gustan artistas como Miranda, Chetes, y también clásicos como Luis de PRIMA. Pero ya te digo, en casa escuchamos de todo y el coche es como la lista de una persona que no tiene ningún tipo de prejuicio musical. Nos gustan las canciones, no las etiquetas.

Como buen guitarrista que se precie, estoy seguro de que guardas una buena colección en casa o en el local. Dime alguna guitarra a la que le tengas especial cariño o que sea tu tesoro que no venderías por nada.

Tengo una colección de Gibson acústicas de las que soy muy fanático. La verdad que tengo varios modelos que son prácticamente imposibles de encontrar. A pesar de eso, la guitarra que nunca vendería es una que me regaló mi padre cuando tenía 9 años de un constructor granadino que se llamaba Rafael Díaz. Fue uno de los pioneros construyendo guitarras de alta gama flamencas. Aunque tiene ya bastantes años y algún que otro golpe, es una guitarra de la que no me desprendería jamás por el valor que sentimental que tiene.

Manuel España, lider de La Guardia, tocando la guitarra acústica Iván Budarin

¿De qué beben temas recientes como Chica Alborotada o Aunque el infierno se congele? Cuando se es tan veterano en esto de la canción, ¿no resulta peligroso auto parodiarse una y otra vez? ¿Hacia dónde miras para componer nuevos temas? 

Me encanta la música country, y sobre todo la de los 80, 70 y 60. Me fijo mucho en ella. Hay muchas bandas como Blackberry Smoke que hacen lo mismo y es algo que creo que es interesante, no seguir el camino que te marca la moda e intentar escapar y ser fieles a nuestro estilo.

Me consta que has tocado un montón de veces con Javier Ojeda, emblema vivo de la música malagueña. ¿Cuándo empieza esta relación y como es salir a tocar juntos?

Tocar con Javier Ojeda es un orgullo, es un grande y un amigo al que le tengo un cariño infinito. Todo surgió en unos conciertos que se llaman Rock'n'roll Star en el que nos juntábamos para tocar junto a Javier Andreu, Carlos Segarra, etc. A partir de ahí creamos una gran amistad, siempre es una alegría estar con él y nunca sabes por dónde va a salir, es impredecible y súper divertido.

Para terminar, porque supongo que habréis venido bastante aquí, ¿me podrías recomendar un sitio para comer de Málaga?

Tirando de tradición te diría que el Pimpi, aunque en Málaga en cualquier sitio se come estupendamente.