El Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía ha acordado este martes inscribir la escultura romana del busto de Antonio Pío -localizado en Málaga- como Bien de Interés Cultural, a instancias de la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico.

Se trata del único retrato imperial romano que se conoce relacionado con la ciudad de Malaca, la cual, hasta el momento, ha revelado pocos testimonios de esculturas romanas de este nivel, ya sea en su núcleo urbano o en su entorno más inmediato, según ha informado la Junta en un comunicado. Desde este martes consta en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz (CGPHA) como BIC con la tipología de Mueble.

Esta escultura de bulto redondo en mármol blanco, de grano fino-medio y elementos cristalizados brillantes, fue hallada de manera casual hacia 1912 en la antigua finca de San Guillermo, en la barriada malagueña de Huelin, a unos tres kilómetros del casco histórico de Málaga. Es una pieza de la que se conoce su procedencia exacta, aunque no se tengan datos arqueológicos de primera mano de su contexto.

El Busto de Antonino Pío presenta un buen estado de conservación, pese a tener algunas pérdidas en una parte del mismo, protegido por una coraza. Además, cuenta con algunos orificios, cuya función está aún por determinar, que podrían ser para añadir algunos elementos decorativos, posiblemente metálicos.

En cuanto a sus dimensiones, la pieza, que se corresponde a la época alto-imperial romana (años 138-161 d.C.), presenta un tamaño de 51 centímetros de alto, 20,5 centímetros de ancho y 25 centímetros de fondo. La escultura fue presentada a nivel científico en el año 1963, en el VIII Congreso Nacional de Arqueología, celebrado entre Sevilla y Málaga, por parte del arqueólogo malagueño Simeón Giménez-Reyna.

Este bien mueble, resguardado ahora con la máxima figura de protección, la de Bien de Interés Cultural, es uno de los ocho retratos de Antonino Pío con procedencia concreta que existen en España, donde se conservan un total de 16 del emperador. Por este motivo, resulta una excepcionalidad este retrato malagueño de un taller de la Bética y cuyo origen geográfico se puede conocer de forma fehaciente.

Noticias relacionadas