Si hay un alcalde al que puede otorgársele la etiqueta de eterno ese es Manuel Robles Robles, regidor del pequeño municipio malagueño de Comares. Tras 40 años en el cargo, el 28 de mayo opta nuevamente a la reelección por el Partido Popular.

El veterano regidor admite que la política es "una vocación muy fuerte". Tras pasar por la Unión del Centro Democrático (UCD) y la entonces Alianza Popular (AP), vuelve a encabezar la lista del PP en esta localidad de la comarca de la Axarquía. "A ver si podemos conseguir esta legislatura", dice.

Asegura que durante toda su trayectoria se ha sentido "muy afortunado" y cree que eso es, en buena medida, por llevarse bien con el resto de políticos de la Diputación y de la Junta de Andalucía. Dos instituciones que durante buena parte de sus años como alcalde ha estado bajo gestión del PSOE. "He tenido subvenciones y he sabido ganarme las confianzas", asegura.

De los comienzos de su trayectoria recuerda las necesidades que tenía Comares al inicio del periodo democrático. "Era un pueblo abandonado y desconocido; sin luz, sin agua, sin telecomunicaciones... Cosas de las que hoy en día disfrutan todos nuestros vecinos", confirma, felicitándose por la transformación, "la metamorfosis" que ha experimentado la localidad durante sus cuatro décadas.

Entre las motivaciones que le llevan a volver a presentarse a las municipales, Robles destaca su satisfacción porque en la Junta de Andalucía "esté el Partido Popular". "Todos los chavales que hay allí, Juanma, los consejeros, la viceconsejera... prácticamente han vivido conmigo muchos años y a otros los he criado yo", expresa.

Del Comares que a día de hoy le tiene como alcalde destaca su potencial turístico, la presencia de extranjeros residentes y la pujanza de la hostelería. Para su reelección como regidor, menciona como temas principales a abordar la sequía y las obras hídricas, así como la necesidad de conseguir fondos para poner en valor el patrimonio cultural de la localidad.

Como aspecto positivo de la política municipal, Robles señala que requiere "una vocación de servicio muy fuerte". "Tienes que querer a tu pueblo", añade, mientras que en la parte negativa, tira de refranero popular y recuerda la frase: "Cría cuervos y te sacarán los ojos".