La consolidación museística, el auge tecnológico, la transformación urbana y un problema claro en materia de vivienda. Si hubiera que hacer un diagnóstico de Málaga en los últimos años, estos aspectos formarían los cuatro puntos cardinales del escenario en el que se mueve la capital. Sin embargo, de todos ellos, es el último el que ha adquirido especial protagonismo. Y, más aún, a cinco meses vista de las elecciones municipales. La dificultad para comprar o alquilar una casa por el encarecimiento de los precios afecta a muchas personas, pero también hay sectores que intentan hacer el agosto de esta situación.

Uno de los ejemplos más claros es el que vive Álvaro Carrillo. Él, junto a su familia, son los responsables de gestionar una vivienda familiar en el barrio de Capuchinos. Tras poner el piso en una plataforma de alquiler, vieron cómo un porcentaje importante de los interesados no eran potenciales inquilinos, sino inmobiliarias: “En el último año, hemos podido recibir más de 10 llamadas. Quieren formar parte del proceso e intervenir”, explica en conversación con EL ESPAÑOL de Málaga.

El domicilio en cuestión es un interior que cuenta con una habitación, además de salón y cocina. Inicialmente salió al mercado por 400 euros, aunque actualmente su precio es 500 euros al mes. Desde entonces, el “atosigamiento” se ha producido en varias ocasiones; todas ellas con un mantra en común: “Nos dicen que cómo vamos a pedir tan poco, que por qué lo ponemos tan barato”.

Según explica Carrillo, la propuesta de estas entidades es siempre la misma: frente al mes de alquiler y uno de fianza que actualmente cobran, las inmobiliarias apuestan por el cobro del primer mes, dos o tres de fianza, más uno extra para ellos por la intermediación. Eso, sumado a un incremento en el precio de alquiler, cuya cifra llegaría los 800 euros.

Esto quiere decir que, actualmente, una persona puede comenzar a vivir en ese piso por 1.000 euros (500 iniciales más otros 500 de fianza). En cambio, con el modelo de las compañías, el desembolso ascendería a los 3.200. “¿Cuántos miles de euros queréis que pague una persona para entrar a vivir de alquiler?”, se preguntaba hace unos días en un tuit que ya supera el millón de impresiones.

“Te comparan los precios de otros pisos de la zona y todos están así, pero mi abuela, que es la dueña, siempre nos dice que cómo vamos a pedir más”, explica. La mayoría de personas que llegan a la ciudad “no saben” el estado en el que se encuentra el mercado de la vivienda: “Cuando se dan cuenta, te lo agradecen”, apunta

Cifra récord

Si algo ha caracterizado al 2022 en materia de vivienda ha sido el incremento constante al que se han visto expuestos los precios del alquiler. Desde febrero del año pasado, no ha habido ningún mes en el que no haya subido el valor del m2, según los datos ofrecidos por el portal Idealista.

Del mismo modo, diciembre ha registrado un máximo histórico sin precedentes en la serie, llegando el m2 a los 12€. En términos comparativos, esto supone un incremento anual del 20,7%. Desgranando el dato por distritos, no hay ningún solo departamento de la ciudad en el que la tasa con respecto a 2021 no haya aumentado.

De esta forma, Cruz de Humilladero (+25,1%), Centro (24,8%) y Bailén-Miraflores (19,3%) conforman el podio de zonas en las que este auge ha sido mayor. Por su parte, Ciudad Jardín (6%) y Puerto de la Torre (8%) son las que han tenido cotas de crecimiento menores; eso sí, sin dejar de aumentar. 

Para poder encontrar márgenes de descenso en el metro cuadrado hace falta fijarse en la tasa trimestral: Churriana (-5%) y Puerto de la Torre (-3,6%) han sido los únicos distritos que han visto reducido el precio medio.