Había pasado el recuento matutino como el resto de reos a las ocho de la mañana, pero media hora después los funcionarios de la cárcel de Alhaurín de la Torre lo encontraron ahorcado en su celda con los cordones de sus zapatos tras aprovechar que su compañero no estaba presente. Se trata del hombre de 48 años de edad que estuvo a punto de matar a puñaladas a su expareja el pasado 19 de diciembre frente a sus hijas, de 12 y 17 años, que actuaron como unas verdaderas heroínas mediando para evitar que su padre cumpliera su cometido.

Cabe recordar que este individuo había salido de la cárcel en noviembre, donde había acabado tras ser detenido en varias ocasiones por cometer diversos delitos. De hecho, su expareja ya le había denunciado por violencia de género. Ni un mes esperó para acudir de nuevo a su casa a buscarla. El día 19 de diciembre sobre las nueve de la noche, la esperó hasta que salió del trabajo para acabar agrediéndola en el rellano, asestándole, en concreto, un total de ocho puñaladas con sus hijas menores de edad como testigos. Tenía escondida en el bolsillo una navaja.

La mujer, de 42 años, fue ingresada en el Hospital Costa del Sol con pronóstico muy grave ante la bestial agresión, pero ha tenido una evolución favorable y se encuentra bien, recuperándose de las heridas. A su llegada el día del suceso, los agentes se encontraron un reguero de sangre que salía del portal y que les llevó hasta el hombre detenido, que se había hecho un corte en el brazo y había huido. Fue detenido por un delito de homicidio en grado de tentativa a 400 metros de la vivienda. 

El pasado 22 de diciembre pasaba a disposición judicial y volvía a la cárcel sin fianza tras la agresión a su expareja y este martes aparecía ahorcado en su celda del módulo 3 de la prisión malagueña. Este tipo de suicidios, según la Asociación Tu Abandono Me Puede Matar son frecuentes en instituciones penitenciarias, pero según ha podido confirmar este periódico, el individuo no había dado muestra de que se fuese a suicidar —no estaba incluido en el programa de protección de suicidios ni estaba acompañado en la celda por obligación—.