Málaga ha amanecido este sábado convertida en un páramo de taxis. Las calles, yermas de vehículos blancos, han tenido que hacer frente al primer día de huelga dentro del fin de semana. El parón, que arrancó ayer por la tarde, ha visto reducida su flota hasta el punto de que la oferta disponible solo ha rondado un 15%.

Los resultados más visibles de este día de protesta se han podido apreciar en las paradas del Centro y del Aeropuerto. Áreas reservadas para estos trabajadores en las que no había ni un alma. Lo mismo ha ocurrido en otros puntos clave de la capital, como la estación de trenes y de autobuses.

La convocatoria, aprobada el pasado jueves por las asociaciones representativas del sector, Aumat, Taxi Unión, Amata y Elite Taxi Málaga provincial, arrancó el viernes a las siete de la tarde y, a excepción de que se encuentra una solución en tiempo récord, se extenderá hasta las seis de la mañana del lunes. 

Este viernes solo cubrirán los servicios esenciales entre las 19 y las 21 horas. El sábado y el domingo, entre las 11 y las 13. Durante el sábado y domingo desde las 6:00h a las 6:00h del lunes 26, trabajaran servicios mínimos. En un comunicado que han escrito los taxistas especifican que los taxis para personas con movilidad reducida van a estar disponibles. Durante la huelga solo trabajará el 10% de la flota en la ciudad y el 50% en la Costa.

Dicho paro es una amenaza más del sector a la Junta de Andalucía ante la próxima aprobación del decreto que permitirá a las empresas de VTC (Bolt, Uber, Cabify) a seguir prestando servicios íntegramente urbanos a partir del próximo 1 de octubre. 

Este aviso llega solo una hora antes de que comience la huelga porque el sector del taxi malagueño no terminaba de ver la decisión considerándola algo "desmesurada" suponiendo perder un fin de semana entero de trabajo, según las fuentes consultadas.

"La Junta lleva engañándonos casi cuatro años y de buenas a primeras quiere meter el decreto; trata de imponerlo, sin incluir las reclamaciones del sector", denunciaba Miguel Ángel Martín, principal de Aumat, a este periódico hace tan solo unos días, subrayando que todo esto afecta a unas 12.000 familias. Al tiempo, ya advertía de que en caso de que no haya un cambio de posición por parte del Gobierno andaluz, las medidas de presión irían a más, cosa que han cumplido.

Decreto Ábalos

El Real Decreto Ley 13/2018 de 28 de septiembre, el conocido como 'Decreto Ábalos', produjo cambios en el régimen jurídico del servicio VTC puesto que suprimía los servicios urbanos y los limitaba al servicio entre municipios.

El decreto, sin embargo, quedó en algo transitorio hasta el 1 de octubre de 2022, cuando las comunidades autónomas tendrían que regular la habilitación del servicio urbano a partir de entonces.

En caso de abstenerse, los vehículos VTC solo podrían realizar estos trayectos interurbanos, algo que no va a pasar en Andalucía y motivo por el que protestan los taxistas.

El decreto Ábalos dictaba una licencia de VTC por cada 30 de taxis, mientras que en Andalucía esta proporción es de un VTC por cada 2,7. Más llamativa es la proporción de Málaga, donde hay un VTC por cada 728 habitantes -frente a los 803 de Madrid-.

Sobre ellos, los taxistas piden que se regule la precontratación en diferido (con un tiempo de 15 o 30 minutos antes de realizar el servicio) y que se cumpla la ratio de 1 vehículo de VTC por cada 30 licencias de taxi.