Las labores de restauración de la iglesia de los Mártires han llegado a su fin. Tras dos años de trabajo (entre abril de 2020 y abril de 2022), la histórica parroquia del Centro de Málaga ha vuelto a recuperar su esplendor original. Cinco siglos después de que se encargara su construcción por deseo expreso de la reina Isabel Católica, la Diócesis ha culminado un proceso cuyo coste ha sido de casi dos millones de euros (1.936.000), de los cuales 900.000 proceden del Ayuntamiento de Málaga a través de la oficina de Rehabilitación Urbana del Instituto Municipal de Vivienda. Está previsto que el próximo 22 de abril tenga lugar la misa de reposición al culto público, que será oficiada por el obispo Jesús Catalá.

El objetivo principal de esta actuación ha sido el de "frenar y reparar" el deteriorado estado que presentaba el edificio, especialmente visible en sus muros y solerías, los cuales estaban muy afectados por la humedad. Este fenómeno había producido distintos daños a los revestimientos y acabados artísticos del inmueble. Sin embargo, no han sido los únicos elementos que se han visto perjudicados; otros de nueva instalación, como el aparato eléctrico y la megafonía, también habían sufrido los correspondientes daños. De esta forma, se han corregido los desperfectos que "desvirtúan el carácter del edifico", explican desde el Obispado de Málaga. 

Desde un punto de vista técnico, las humedades del suelo y las paredes se han resuelto mediante un sistema que permite la transpiración de la estructura. "Se ha creado bajo el suelo una cámara ventilada y, en el perímetro de todos los muros interiores un zócalo de mármol que conecta con este espacio y que a su vez está separado de los muros", describen. De esta forma, se permite una circulación de aire permanente, ventilando de manera natural mediante la conexión a unas rejillas en el exterior del edificio.

Nave central de la iglesia. DiócesisMálaga

En cuanto a las criptas, se ha asegurado la transpiración de las mismas gracias a la vinculación con la cámara anteriormente descrita. De igual modo, se han dejado vaciadas de escombros. Así, se ha conseguido eliminar la "humedad por condensación" que se producía en el interior y que dañaba tanto la solería como los revestimientos. Este proceso también ha servido para limpiar y documentar las criptas de la iglesia, buscando dar cronología a las distintas obras que componen la parroquia desde sus orígenes hasta la actualidad.

Actuación técnica

En la rehabilitación de los revestimientos se ha utilizado mortero de cal tradicional, previa eliminación de todos los morteros de cemento utilizados en distintas intervenciones del siglo XIX. Igualmente, se han reparado todas las molduras afectadas mediante el empleo de terrajas in situ, a la manera tradicional, descartando cualquier moldura realizada con molde de forma industrial.

La solería instalada, de baldosas de mármol blanco con encintado perimetral en mármol rojo, crea una alfombra central de mármoles polícromos que respeta la disposición del suelo del Presbiterio que se realizó en el siglo XVIII, así como en las distintas capillas.

Puertas de madera, rejas y elementos decorativos (como molduras, rocallas, pinjantes -adornos colgantes-, dorados o altorrelieves) han sido reparados, consolidados y limpiados para recuperar su lustre original, en muchas ocasiones eliminando capas de pintura y elementos de reparación instalados en las intervenciones anteriores. Gracias a esta intervención concreta, se ha conseguido recuperar el aspecto histórico original, documentada gráficamente en el archivo de Juan Temboury en fotografías tomadas en 1931.

Altorrelieve juicio de Ciriaco y Paula. DiócesisMálaga

Otra de las actuaciones urgentes era la reparación de la instalación eléctrica, para ajustarla al cumplimiento de la normativa vigente, incluyendo video vigilancia y megafonía, y la instalación de una nueva iluminación LED que potencie los elementos artísticos y litúrgicos de la iglesia.

Pablo Pastor, arquitecto técnico y asesor del Obispado, ha expuesto que la filosofía de esta intervención era "quitar las humedades", recuperar el esplendor de paredes y suelos y dotar a todo el templo de un sistema de iluminación: "Se le ha devuelto al templo el aspecto que presentaba antes de 1931. Durante la década de los 70 se procedió al repitando de casi todas las molduras. Además, las rejas que eran del siglo XVIII se retiraron por otras más modernas". Del mismo modo, la solería que había en tonos terriza se ha retirado, sustituyéndose por mármoles blancos.

En el plano espiritual, cabe señalar la dignificación del espacio sacramental. Felipe Reina, párroco de la iglesia de los Mártires, ha explicado que el sagrario ha sido ascendido para que adquiera todo el protagonismo: "Queremos que sea el centro de esta iglesia sacramental y de mártires. Sería bueno hacer memoria de todos los mártires que a lo largo de los siglos ha tenido la iglesia diocesana de Málaga y poder tenerlos presentes", ha apuntado. Aunque inicialmente no estaba contemplado, la actuación también ha incluido la restauración de la sacristía, recuperándose el diseño original de la antigua solería. 

Las bóvedas

En torno a la segunda mitad del siglo XVIII, se dotó al espacio de un discurso eucarístico y representativo de la historia de los mártires de la ciudad a través de la decoración en yesería. Igualmente, se elaboró un programa pictórico con contenido simbólico en alusión a la virtud del martirio y la "Jerarquía Celeste". Durante la elaboración de los trabajos, se ha procedido al estudio de estas piezas, desprendiéndose que la autoría, aunque anónima, "no es única". Es decir, responde a varios artistas tanto por las técnicas como los estilos de pincelada. 

Debido al paso del tiempo y a la exposición de intentos de destrucción, incendios, humos y restauraciones de "dudosa calidad", estos óleos habían sido alterados estética y materialmente, además de haberse producido la degradación de soportes y películas. Mediante la consolidación y fijación de los lienzos a nuevos soportes, ha sido posible restaurarlos (algunos dentro de los Mártires, otros en el taller). Asimismo, se han consolidado las grietas de los muros, con procesos de sentado de color en los estratos pictóricos para reforzar y estabilizar las pinturas. 

Bóveda de crucero. DiócesisMálaga

"Mediante métodos químicos de limpieza se ha procedido a la eliminación de barnices de refresco alterados y de los depósitos de hollín, humo y polución que habían modificado las calidades del color y la pincelada", explican desde el equipo encargado de acometer estos trabajos, con Francisco Naranjo y Ángeles Mulero a la cabeza. 

Origen del templo

La iglesia de los Santos Mártires, erigida en 1491 (aunque con referencias a un año antes) como lugar de culto de los santos Ciriaco y Paula, patronos de la ciudad de Málaga, fue ordenada construir por la reina Isabel la Católica a su muerte, que dejó destinado en su testamento 100.000 maravedíes para su construcción. Se realizó en cumplimiento del voto hecho por los Reyes Católicos, antes de la toma de la ciudad, de restablecer el culto de estos santos, a los que la tradición considera martirizados junto al Guadalmedina en el siglo IV. 

Fueron sucesivas las ampliaciones y modificaciones. No sería hasta 1519 cuando se inició la construcción de la Capilla Mayor y de la Sacristía por obra del alarife Juan Rodríguez, y es en el siglo XVIII cuando la iglesia adquiere su actual configuración. A partir de entonces, se suceden ampliaciones, transformaciones y refuerzos que, si bien eran necesarios, han dañado la estructura y el patrimonio histórico del edificio de diferentes formas.