Málaga

La intervención de dos policías nacionales que se encontraban fuera de servicio evitó el desembarco con éxito de droga en una playa de Estepona ayer por la tarde miércoles. Así lo han confirmado este jueves desde la Guardia Civil de Málaga.

Las fuentes informantes han precisado que los hechos tuvieron lugar ayer por la tarde, cuando varios efectivos de la Benemérita localizaron dos motos de agua a varias millas de las localidades de Marbella y Estepona (Málaga). 

Ante esta situación, la Sala de Servicios (COS) activó a la patrullera del Servicio Marítimo y Patrullas de los Puestos de las Guardia Civil de Ojén y de Torremolinos, que se desplazaron hasta la playa del Saladillo, en el municipio esteponero. Era a este punto donde se dirían las dos embarcaciones localizadas.

Una vez en la playa las patrullas de la Guardia Civil comprobaron que dos agentes de la Policía Nacional que se encontraban fuera de servicio en el momento de los hechos inmovilizaron a dos personas e intervinieron tres bultos que parecían contener hachís. Ante los acontecimientos ocurridos, la Guardia Civil ha abierto diligencias.

A finales del pasado mes de julio, en el marco de la operación El Palo, la Guardia Civil desmanteló una organización delictiva que introducía grandes cantidades de hachís en la costa oriental de Málaga. En la misma fueron detenidas 26 personas por los supuestos delitos de pertenencia a organización criminal, contra la salud pública, usurpación del estado civil, receptación de armas de fuego, tenencia ilícita de armas y depósito de armas de guerra.



Asimismo, en la actuación fueron incautados 3.362 kilos de hachís, tres embarcaciones, 1.600 litros de combustible, 16 vehículos (dos de alta gama que habían sido sustraídos), armas de caza, cortas y de guerra, así como abundante munición.



Los investigadores averiguaron que la red, además de introducir hachís en la península, se dedicaba a proveer a otras organizaciones de avituallamiento de víveres y combustible, relevo de tripulaciones y custodia y entrega de vehículos de alta gama robados. Contaban también con varias guarderías (lugares donde las organizaciones de narcotraficantes ocultan la droga antes de su distribución) con personal fuertemente armado.



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