Cuando, este viernes, toda España giró los ojos hacia Japón para ver la ceremonia de inauguración de Tokio 2020, pocas personas tenían la mirada tan entrenada como estos dos malagueños de adopción. Laura Tomàs y Luis Rodríguez conforman Japonismo, el portal de contenidos sobre el país del Sol Naciente líder en español; una referencia ineludible para turistas, amantes de la cultura nipona o -simplemente- curiosos que quieran comprender qué hay debajo de todo el exotismo que vemos a primera vista en el archipiélago del Lejano Oriente.



Su historia va desde sus Madrid y Barcelona natales a las oficinas de Google en Londres y, de ahí, a un barrio malagueño. Entre medias, claro está, mucho Japón. EL ESPAÑOL de Málaga ha hablado con ellos para entender de dónde nace el éxito de un hilo que les une con el otro lado del mundo, qué suponen para Tokio unos Juegos Olímpicos tan difíciles, qué les trajo a la Costa del Sol -y qué les hizo quedarse-.

De repente, Japón

Laura no recuerda haber sido una niña fan del manga, el anime u otra expresión cultural japonesa, que para tantos adolescentes supone un punto de partido para acercarse a aquel país. Simplemente, estudió Traducción e Interpretación, tuvo que escoger un segundo idioma tras el inglés y ("Todavía no sé por qué", dice) eligió japonés. Una decisión intuitiva a la que no dedicó mucho tiempo que le cambió la vida entera.



"Por suerte, me gustó, tuve la oportunidad de ir a estudiar un año, y a partir de ahí me enganché todavía más", narra.



Luis sí identifica al niño que fue como fan de series de animación niponas ("Aunque entonces no había nada que me dijera: Esto es japonés", matiza), pero fue otro producto televisivo, la serie histórica Shogun, la que le hizo interesarse por la riquísima historia del archipiélago asiático. Tendría por entonces unos diez años.



Estaban sus rutas vitales destinadas entonces a encontrarse algunos años después en una ya desaparecida web temática sobre Japón, en la que comenzaron conjuntamente una serie de publicaciones sobre el mundo de las geishas. Fue el germen de su matrimonio y de la más completa enciclopedia online sobre el archipiélago asiático en español, Japonismo.



"En español nadie había hecho una serie de artículos sobre geishas y maikos, necesitábamos un espacio para eso. No pensábamos que fuera a ser un exitazo", subraya Luis.

De repente, Málaga

El crecimiento de Japonismo desde su fundación en 2006 fue gradual, y las carreras profesionales de sus fundadores siguieron paralelas. La de Luis llevó a la joven familia (a la que se había unido nada menos que un hijo, Eric) a Londres, donde ejerció como ingeniero de telecomunicaciones para Google. Mientras estudiaba sus opciones de empleo en Reino Unido, Laura se comenzó a dedicar en exclusiva a la página web. Y resultó un éxito absoluto, que acabaría juntándose con cierto hartazgo de la capital británica.



"Surge el pensamiento: Quizás Londres no es el sitio que más nos guste para continuar con nuestra vida. Por varios motivos: el estilo de vida, la relación con la gente, la ausencia de sol. Si Japonismo no hubiera funcionado, lo mismo hubiéramos seguido allí. Cuando vimos que Japonsimo iba creciendo, pudimos dar ese salto de fe (de mudarnos)", explica Luis. Era el momento clave: "O lo probamos y vamos a tope con Japonismo, a ver dónde llega, o tenemos que frenar un poco", plantea Laura.



Se tiraron a la piscina con su portal y decidieron volver a España. Laura es catalana y Luis, madrileño, pero eligieron Málaga: "Yo quería playa y habíamos estado por la zona de vacaciones un año o dos antes. Sabíamos que aquí se comía muy bien, la playa, el sol... También sobre todo el aeropuerto, con buenas conexiones con Japón", explica Laura su decisión. Fueron, años antes de la pandemia, una avanzadilla de los trabajadores digitales que pueden faenar desde quieran y eligen Málaga.



"Tardé cinco minutos en decirlo: ¿Qué te parece Málaga? Tienes también el AVE con Madrid, es una gran capital que está creciendo mucho. Leí también que era la ciudad más soleada de España y se lo contaba a mis compañeros de Reino Unido: Mira, trescientos días de sol al año, y se quedaban todos con la boca abierta", ríe Luis.



"¡Y no conocíamos ni dónde íbamos a vivir, ni zonas, ni nada! Como cada malagueño te recomienda siempre su barrio...", completa Laura.

De repente, Tokio 2020

Ya son tres años los que llevan como malagueños de adopción, y se les ve felices con la ciudad. En los bares les conocen, recomiendan sitios, presumen de localización en sus redes sociales. Como tantos otros, su preocupación actual tiene más que ver con cómo la pandemia les ha trastocado los planes a ellos y al Tokio que tanto quieren.



"Había muchos barrios y muchos pequeños negocios en Tokio que se estaban preparando para recibir los Juegos Olímpicos, a los turistas y los atletas. A mí me da mucha pena", describe Laura, refiriéndose a las restricciones por la pandemia que han hecho imposible ese tipo de contactos: "La situación no ha sido justa para nadie, pero para Tokio 2020 ha sido extremadamente injusta", plantea.



Los planes del propio Japonismo también se han visto trastocados: "Nuestra idea era contarle a toda nuestra audiencia un Tokio más allá de los barrios conocidos, llevarles al extrarradio", recuerda Luis. Pese al deslucimiento de los JJ.OO., hicieron un largo vídeo en directo en Youtube analizando y contextualizando cada detalle de la ceremonia inaugural y -de manera más general- han usado la pandemia para diversificar sus productos y reforzar los lazos de unión con su fiel comunidad.

Y es que, como Japón enseñó tantas veces al resto del mundo, hay momentos en los que el mayor acto de fuerza es reinventarse.

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