Publicada

Un incendio muy complicado. Así definen muchos de los bomberos forestales de la Comunidad de Madrid el fuego que se originó en Méntrida (Toledo) este jueves, al que tuvieron que asistir para intentar extinguirlo. La peculiaridad, en su caso, es que lo han hecho durante el mes de huelga que comenzó este martes y que han convocado hasta el próximo 15 de agosto.

"El día de hoy ha sido físicamente agotador, pero emocionalmente peor. Ver a la gente corriendo con sus animales, niños llorando, medios saturados... Y todo esto por 1.300 euros. Hoy más que nunca me lo he planteado: ¿Merece la pena? La situación es desoladora", escribió Óscar el jueves, uno de los bomberos forestales que acudieron para ayudar a apagarlo, en su cuenta de X (antes Twitter).

Con él coinciden muchos otros, como Carlos, capataz forestal en la unidad transportada de Morata de Tajuña, una de las cuatro que hay en la Comunidad de Madrid. "Estamos sometidos al extremo por muy poco", argumenta.

En su caso, explica que su trabajo es meramente vocacional. Esa es la razón por la que continúa trabajando en ello. "Al final te quedas, aguantas, haces de tripas corazón y tiras con lo que sabes hacer. Yo creo que aquí puedo hablar en el nombre de mis compañeros, y este trabajo se mantiene mayoritariamente por la vocación", explica el bombero forestal, que lleva 22 años trabajando en este sector.

El tipo de unidad en la que trabaja es de servicios mínimos, en la que solo pueden ejercer derecho a huelga dos de cada diez trabajadores de la misma. Por esa razón, estuvo presente durante la tarde del jueves para trabajar en este incendio que afectó a viviendas, desalojó urbanizaciones y se extendió hasta Casarrubios del Monte, Villamanta y Navalcarnero, tiñendo los cielos de Madrid con nubes de ceniza.

"Nos mandaron a última hora de la tarde. Fuimos tres de las cuatro unidades. Fue un trabajo muy penoso y muy lento. Se quemaron más de 3.000 hectáreas en cinco o seis horas. Eso es una pasada. Los incendios tan grandes no se desarrollan tan rápido por norma general", opina Carlos.

Y es que el incendio ha calcinado unas 3.100 hectáreas de pasto y superficie agroforestal entre la Comunidad de Madrid y Castilla-La Mancha. Fue Madrid quien asumió la dirección de mando unificado. Ambas autonomías solicitaron la intervención urgente de la Unidad Militar de Emergencias (UME).

Carlos afirma, también, que la falta de dos compañeros "se notaba". "La respuesta y el trabajo está cubierto, pero la ausencia, evidentemente, se nota".

Ya, unas semanas atrás, en declaraciones a este diario, Jesús Molina, presidente del comité de empresa de Tragsa -la entidad pública encargada de gestionar los bomberos forestales de la región madrileña-, aseguró que había "plazas sin cubrir". Fue antes de que se comenzara la huelga convocada y empezando la campaña del Plan Especial de Protección Civil por Incendios Forestales (INFOMA) por ser el verano la época de mayor riesgo.

"Nos jugamos la vida"

La remuneración económica es uno de los puntos clave que reivindican en estos paros. "Tenemos sueldos de 1.280 euros mensuales, solo 100 euros más que el salario mínimo interprofesional", explicaba Molina en un reportaje de abril, mes de las primeras acciones para negociar sus condiciones.

La reivindicación principal es la negociación de un nuevo convenio colectivo, ya que el actual data del año 2008. "Está completamente obsoleto", exclamaba.

Y Carlos coincide. "Nosotros no cobramos festividad, ni nocturnidad, ni peligrosidad. No cobramos ningún tipo de plus. Y yo trabajo por la noche, trabajo los domingos, los festivos nacionales... Estamos expuestos a agentes cancerígenos. Personalmente, creo que no estamos pidiendo nada del otro mundo", cuenta.

Compara, por ejemplo, los 500 euros de plus que ganan las unidades como la que él trabaja en Castilla-La Mancha, contra los 100 euros de la Comunidad de Madrid. "Yo tengo amigos que se han tenido que ir a buscarse otros trabajos porque no les compensa. En el Mercadona ganan más que nosotros", dice.

Imagen del humo generado por el incendio de Méntrida. E.E.

"En un incendio como el del jueves, el estrés al que te ves sometido, la adrenalina que tienes... Hay compañeros que sufren infartos en los incendios porque las pulsaciones se te disparan, tragas humo, la temperatura es extrema... Hace poco a un compañero le dio un golpe de calor y menos mal que estaba al lado el Hospital de Aranjuez", explica.

A raíz de la magnitud del incendio de Toledo, en redes sociales se han sucedido las especulaciones sobre el posible 'causante' del fuego. Las insinuaciones apuntaban a los bomberos forestales de la Comunidad de Madrid, señalando la huelga que acababan de convocar: "Vaya casualidad, uno de los peores incendios que se recuerdan en Toledo arranca justo al lado de la Comunidad de Madrid… Exactamente, 48 horas después de que los bomberos forestales se declaren en huelga. Y para rematar, tiene que intervenir la UME. Todo muy normal, ¿verdad?", publicaba en X un usuario de nombre Isaac.

"Es muy doloroso leer esto. Se les olvida que nosotros estamos y nos jugamos la vida en ese incendio. Parece que hacemos huelga porque somos unos vagos. Te sorprendería el dinero que les quitan [a los que hacen huelga] por cada día que no trabajan. La merma económica es notable. Te aseguro que no lo hacemos por gusto", argumenta en conversación con Madrid Total.

En el incendio de Toledo, finalmente, no ha habido que lamentar heridos ni grandes daños materiales. Solo una treintena de viviendas han sido las afectadas en sus fachadas, persianas y jardines.