El pasado martes 27 de febrero se conocía la noticia. Iván y José Hernán, de 21 y 34 años, los dos influencers conocidos como Los Petazetaz, eran detenidos por agredir sexualmente a menores de edad a las que atraían al piso de uno de los arrestados ubicado en Villa de Vallecas. Allí, realizaban juegos con sustancias estupefacientes hasta que conseguían anular la voluntad de las víctimas y las agredían sexualmente.

Pocos días después de la detención de Iván y José, una de las víctimas hablaba con Telemadrid y explicaba que le "echaron droga en la bebida" sin su conocimiento. Al parecer, con esta droga "pueden hacer lo que quieran contigo" e incluso "si te pasas de dosis, te puede ocasionar la muerte". 

Esta víctima, que fue la que denunció el caso a la Policía Nacional, aseguró que "violaron a una chica en el Orgullo de 2023" y afirma que las agresiones de Iván y José que se conocen "son solo la punta del iceberg". 

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Y tenía razón, pues tal y como publica El Mundo, hasta cinco jóvenes más han denunciado a Los Petazetaz, por agresión sexual. Entre los nuevos denunciantes se encuentra una joven a la que estos influencers grabaron mientras le introducían una bengala por el ano. 

Tal y como publica el citado medio, Policía sospecha que el número de víctimas podría ascender a 50. Algunas de las nuevas denuncias, entre las que se encuentra la de una menor, han sido formuladas por el despacho Paredes Asociados. Al parecer, algunas víctimas incluso ha sido amenazadas por el entorno cercano a estos dos influencers.

Por otro lado, la abogada de las víctimas, Carmen Costa, del citado despacho de abogados, solicitará a la jueza que comparezcan de nuevo con la finalidad de que los investigados ingresen en prisión preventiva ante la aparición de nuevos hechos delictivos.

Además, quiere que se someta a sus clientes a una exploración psicológica para determinar las secuelas sufridas por lo ocurrido cuando eran menores de edad. "Tienen miedo. Muchas acaban de cumplir la mayoría de edad", ha subrayado la letrada.

Los Petazetaz, formaban una especie de pareja de influencers en Instagram y, especialmente, en TikTok, donde llegaron a acumular más de 442.000 seguidores. En sus vídeos contaban anécdotas, por llamarlas de alguna forma, que les ocurría en su día a día, como cazar a una oca con acento chino o comer el carbón que les habían traído los Reyes Magos.  

En algunos vídeos de TikTok, que luego también colgaban en Instagram, se les veía haciendo encuestas a otras influencers, con más de 47.000 seguidores en Instagram, sobre qué tipo de bebida les gustaba o su canción favorita en una especie de "ping pong" que les servía para incrementar su popularidad entre las chicas más jóvenes, principalmente.

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Recientemente, se ha descubierto que tanto Iván como José Hernán, que se hacía llamar "hernycool" por su segundo nombre, Hernán, en las redes sociales, utilizaban estos contactos para elegir a sus víctimas, drogarlas hasta anular su voluntad y violarlas. Y además, grabaron al menos una de las agresiones. 

En algunos de sus vídeos compartidos también aparece publicidad de una marca de deportes y la asistencia a muchos eventos y fiestas que podrían ser también una fuente de ingresos para los dos detenidos que no ejercían ningún otro trabajo al margen de las redes.

Así actuaban

En la operación de la Policía Nacional, se descubrió que los influencers llevaban a las jóvenes a un piso donde realizaban juegos con sustancias estupefacientes hasta que conseguían anular su voluntad.

Utilizaban sus dispositivos móviles y cámaras de seguridad instaladas en el domicilio para grabar las agresiones sexuales. La investigación comenzó el pasado mes de diciembre, tras recibir una denuncia en la que se informaba de que en un domicilio del barrio de Villa de Vallecas podrían estar abusando sexualmente de menores.

Tras la detención, Iván, de 21 años, quedó en libertad y José, de 34, fue enviado a prisión por agresión sexual, exhibicionismo, pornografía infantil y delitos contra la salud pública. Tras 21 días, quedó en libertad y los dos tienen prohibido acercarse a 500 metros del domicilio de las víctimas.