Es difícil resistirse a un cruasán, y mucho más si su tamaño es enorme y solo cuesta 2,50 euros. En el restaurante la Parrilla de Valdemoro, este pan de origen francés se ha convertido en su plato estrella gracias a las redes sociales, en las que los clientes suben fotos y videos comparando el tamaño de este plato con el de sus manos. 

En este establecimiento, ofrecen cuatro posibles opciones, el cruasán gigante con mermelada por 2.50 euros, mixto relleno de jamón York y queso por 4.70 euros, el vegetal por 4.70 euros y el especial, que incluye todos los ingredientes del mixto y del vegetal por 7.50 euros, aunque los clientes pueden elegir ingredientes adicionales como atún o espárragos. Además, cualquiera de estas opciones viene acompañada de patatas fritas. 

El creador de este plato que ha causado furor a través de las redes sociales es Antonio Hernández García, dueño de este restaurante de Valdemoro. "En un solo día se venden más de 100 unidades, pero los fines de semana esa cifra es todavía más alta". Añade que se trata de un plato que "se vende especialmente bien en los desayunos, pero que se sirve a lo largo de todo el día".

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"El que más piden los clientes es el especial, es el más completo. Y por su gran tamaño te deja sin hambre para todo el día", afirma. Hernández García también apunta que "aunque su rentabilidad no es muy alta, se trata de un plato sencillo de preparar, y como se ha hecho muy famoso gracias a las redes sociales, ha venido gente de muchísimos lugares para probarlos. El otro día vinieron unos viajeros de Asturias que pasaban cerca y los habían visto a través de sus redes sociales". 

Ahora mismo, los clientes pueden elegir entre cuatro posibles opciones, pero el dueño de este restaurante afirma que está abierto a nuevas recetas: "Cada vez más clientes me preguntan si existe el cruasán con chocolate, así que, quizás en el futuro, tengamos que añadirlo a la carta".

Cruasán mixto en el restaurante la Parrilla de Valdemoro. Cedida

Además, es difícil salir de este restaurante de Valdemoro con hambre, puesto que, tal y como afirma Hernández García, "servimos raciones muy grandes en nuestro restaurante, los clientes nunca se quedan con hambre, y por supuesto, los cruasanes no son una excepción". 

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