Nunca le han hecho una entrevista. A esta, confiesa, le han medio obligado. Nunca ha querido salir en una foto de las cientas que tiene Alduccio en sus paredes con grandes personalidades a nivel mundial que han pasado por el restaurante en sus 61 años. 

Víctor Gutiérrez no tiene afán de protagonismo. En cambio, admite que es "el que más abrazos y besos da de todo Madrid". Y no a cualquiera. A actores de Hollywood, humoristas, influencers, cantantes, grandes fortunas, miembros de la Casa Real y prestigiosos deportistas, sobre todo a las estrellas del Real Madrid, por estar el restaurante italiano frente al Bernabéu.

Luego muchos se han convertido en amigos. Sin ir más lejos, Los Morancos y Los del Río, que acudían con frecuencia y siempre montaban animadas fiestas con la guitarra, o Lola Flores. Para él eran como de la familia. "Lola era encantadora y muy sencilla, al igual que el Rey Felipe y la madre del Rey emérito, Doña Mercedes", cuenta por poner algunos ejemplos.

La pared de Alduccio con las celebridades más antiguas que pisaron el local. Laura Mateo

Víctor dejó de ordeñar vacas en Bielva, un pueblo de doscientos habitantes en Cantabria, para ser camarero en Alduccio, el primer restaurante que trajo la pizza a España. A sus 54 años ama su trabajo, pero los primeros meses intentó tirar la toalla. La hostelería es dura. "Le pedí la cuenta a Aldo Sebastianelli, el fundador, y no me dejó irme", recuerda.

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Desde entonces, forma parte de la familia Sebastianelli y es el jefe de sala del restaurante de las celebrities. "Tiene un corazón y una dedicación que lo considero mi hermano", indica Giancarlo Sebastianelli, el jefe de cocina y el hermano mayor de la familia Sebastianelli.

El chef Giancarlo Sebastianelli considera de la familia a Víctor Gutiérrez. Laura Mateo

Lo de que es el que más abrazos da de Madrid no era una exageración. "Me dicen que soy muy achuchable", cuenta. Durante la entrevista en Alduccio, los transeúntes que pasan por la puerta y ven que está Víctor entran a saludarle. Muchos son hijos de clientes que ha visto crecer. Conoce a todo el mundo y ellos a él. Desde el teléfono de las reservas, todos saben su nombre, hasta los famosos.

Víctor es un camarero atento, cariñoso y risueño que desprende pasión por servir bien al cliente con un trato cercano para que, como pasa, quieran volver. Lleva 35 años en la casa y nunca ha pensado cambiar: "Para mí esto es un hobby. Me encanta lo que hago, por eso no me canso".

Trato con estrellas

"Al empezar me quedaba en shock al ver a un famoso, pero luego, y más si viene con frecuencia, acabamos siendo hasta amigos", relata el jefe de sala, que no quiere dar nombres.

Interior del restaurante italiano con todos los cuadros de famosos. Laura Mateo

Víctor Gutiérrez trata a todo el que pisa el italiano con el mismo cariño, pero algunos personajes sí que le han dejado huella: "Me hizo ilusión conocer a Mecano, a la cantante Rosana, a Jesús Vázquez... a Miliki, Los Payasos de la Tele fueron mi infancia. De la realeza solían venir las infantas", dice mientras hace memoria.

Servir a personajes públicos es el día a día del jefe de sala. Rappel, Bud Spencer, Pérez Reverte, Anne Igartiburu, Ágatha Ruiz de la Prada e infinidad de actrices, periodistas y ministros. "Junto con Manu, el camarero de 23 años, hacemos el equipo perfecto porque él reconoce a los famosos más jóvenes como tiktokers y cantantes de Operación Triunfo, hace poco estuvo Alfred, y yo a los clásicos". No se les escapa uno, pues Alduccio tiene la tradición de colgar en sus paredes cuadros de todas las personas relevantes que van a comer, aunque son tantos que ya no les caben más.

Asimismo, Víctor ha dado de comer a todos los equipos del Real Madrid de los últimos treinta años. "Esa era la mesa de Di Stéfano", cuenta mientras señala a una esquina del restaurante, "también recuerdo a Roberto Carlos".

Cuadros de celebridades como Bud Spencer. Laura Mateo

Platos rotos

De pinche a camarero, y desde hace tres años jefe de sala. En todos estos años, Víctor confiesa que también ha pasado por momentos incómodos en el restaurante. "He roto muchos platos delante de famosos, incluso he tirado una copa de vino tinto en la impecable camisa blanca de un alto directivo de la banca", relata el cántabro.

Víctor Gutiérrez en la entrada de Alduccio. Laura Mateo

Paseando por los cientos de cuadros que hay en las paredes de Alduccio, Víctor hace repaso y cuenta batallitas de todos los que han pasado por allí: "Espereranza Aguirre, Lydia Valentín, los hermanos Iglesias, Rafael, Juanes, Sophia Loren, grupos de música americanos y toreros también como Fran Rivera, El Juli... Me reía mucho con Quique San Francisco, Lucio siempre pedía la lasagna"... y muchas más historias de las que solo él y el cliente son confidentes, y no va a contar.