Por primera vez, una administración va a ir más de las garantías que exige el ordenamiento jurídico para blindar estos centros y exigirá un seguro que les obligue a cubrir el cese de actividad definitivo. 

El escándalo de iDental (las clínicas dentales que cerraron dejando a miles de pacientes con sus tratamientos a medias) marca un precedente que Madrid pretende evitar en el área de la reproducción asistida, que además es particularmente sensible por sus implicaciones éticas.

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El Gobierno madrileño ha redactado una normativa que, como explica a EL ESPAÑOL Elena Mantilla, directora general Inspección, Ordenación y Estrategia Sanitaria, podría estar en vigor dentro de siete meses, en abril de 2023. La orden madrileña acaba de salir a consulta pública y sus promotores no esperan grandes cambios en el articulado.

Entre los aspectos que prevé la norma, la gran novedad está en que se obligará a las clínicas a tener "planes de cierre y de contingencia" para los bancos de gametos y embriones en el caso de cese definitivo o temporal de la actividad, de forma que los pacientes dispongan de las garantías suficientes para no perder ese material.

Tras dos años de trabajo en conjunto con los agentes implicados, Mantilla se alegra de liderar un trabajo puntero que moderniza la orden vigente para este tipo de clínicas, que data de 1997. "Desde entonces han cambiado muchas cosas", enfatiza.

Cada vez son más los españoles y europeos que utilizan este tipo de centros para congelar embriones (óvulos fecundados) y gametos (óvulos o esperma). Según los últimos datos estadísticos recogidos la Sociedad Española de Fertilidad, en nuestro país hay 668.082 embriones congelados en bancos.

De los 55 centros que existen en la Comunidad Madrid, 16 son públicos y 39 privados. No todos son del mismo tipo: 24 están dedicados a la reproducción humana y 31 son polivalentes.

iDental

El 16 de junio de 2018, la empresa iDental anunciaba que cerraba sus clínicas y dejaba a más de 400.000 personas con sus tratamientos dentales a medias. La situación marcó un punto y aparte en el área sanitaria. ¿Qué pasaría si una clínica de embriones congelados cerraba? ¿Quién se hacía cargo de ellos?

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"Por las experiencias vividas anteriormente queremos ser innovadores y punteros a la hora de legislar", señala Elena Mantilla.

A la hora de redactar la nueva orden, que tiene que adaptarse a la normativa nacional y europea, Madrid ha querido ser garantista. Por ejemplo, será obligatorio que haya un seguro para cubrir los daños que se puedan producir en material biológico y preservado. Es decir, si existe algún tipo de problema con las muestras.

Eso seguro también cubrirá "el cese de actividad definitivo de estos bancos". "Algunas comunidades autónomas se han puesto ya en contacto con nosotros para ver cómo lo estamos haciendo para tomar nuestro modelo", añade Mantilla.

El grupo de trabajo para elaborar la orden ha estado compuesto por ginecólogos y embriólogos de hospitales públicos y privados. A la vez, se han ido reuniendo con asociaciones de pacientes y otros colectivos implicados.

Más cambios

El proyecto de orden para la regulación de los requisitos técnicos y funcionales de los centros y servicios de reproducción humana asistida también contempla cambios de un matiz mucho más técnico.

El objetivo, explica Mantilla, es mejorar la calidad y la seguridad de los servicios e incorporar los últimos avances científicos en la materia.

Mantilla destaca que han intentado reducir los trámites para las clínicas actualizando los requisitos técnicos pero, a su vez, agilizando la gestión.

Hay importantes cambios para los profesionales sanitarios, como que quienes trabajen en estos centros tengan una experiencia práctica no inferior a seis años en biología de producción asistida humana, algo que en la orden del 1997 se reducía a tres.

También hay modificaciones en las cabinas de flujo laminar, los equipos de protección, o los recipientes de reserva y cuarentena de gametos... Exigencias, todas ellas, que antes no se recogían y que, con la nueva orden, sí lo estarán.