Ocurrió el 3 de abril de 2014. Aquel día, los madrileños descubrieron la escultura que se escondía bajo una enorme lona junto a la Plaza de Colón. El Casino Gran Madrid acababa de estrenar su sala satélite en la capital. Según recogió entonces la prensa, aquella era la primera vez en 90 años que un salón de juegos abría en el centro de Madrid.

Sus responsables decidieron celebrarlo y agradecérselo a la ciudad con una Rana de la Suerte de 3,5 metros de altura. Después de años de prórrogas y una batalla judicial entre los dueños de la entidad y el Ayuntamiento, los días del monumento están llegando a su final. 

El Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) ha tumbado la última intentona del Casino para que su escultura aguante más tiempo en el Paseo de Recoletos. Así consta en el fallo judicial, adelantado por Somos Madrid y al que ha tenido acceso este diario.

El salón de juegos todavía puede recurrir la sentencia ante el Supremo. Madrid Total ha preguntado al negocio si acatará la decisión del TSJM o agotará su última 'bala' judicial en casación, sin obtener respuesta. 

El origen de la batalla judicial

La obra del anfibio la esculpió el artista toledano Eladio de Mora-Granados, conocido como dEmo. Ocupa casi 16 metros cuadrados de la acera y se ilumina con cinco focos a ras de suelo.

En un principio, Cibeles autorizó su instalación para algo menos de un año. La realidad es que la Rana ha resistido desde entonces gracias a las sucesivas prórrogas anuales que se le ha ido otorgando. En 2021, sin embargo, el concejal presidente del distrito resolvió la autorización demanial y ordenó al Casino que desmontara la figura. 

Comenzó entonces el embrollo judicial entre la entidad del juego y el Ayuntamiento de José Luis Martínez-Almeida. El asunto llegó primero al Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 3 de Madrid. El Casino quería impugnar la decisión del edil. El tribunal, en cambio, entendió que la Rana de la Suerte no podía seguir colocada en la calle más de cuatro años porque no existía ninguna concesión previa, algo que va contra la ley. 

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Lejos de asumir este primer fallo, emitido a finales de 2022, el Casino recurrió en segunda instancia al TSJM. Su equipo legal expuso, entre otros argumentos, que en la primera resolución no se justificaba por qué se ordenaba retirar la estatua.

La defensa acusó a los técnicos municipales que elaboraron los informes desfavorables de una "manifiesta falta de la objetividad". El salón de juegos también puso en valor el hecho de que la escultura era obra de "uno de los creadores más originales del panorama artístico español". 

Fallo del TSJM

Pero, de nuevo, la justicia ha desestimado el recurso de apelación. La nueva sentencia critica al Casino por decir que los técnicos realizaron "apreciaciones subjetivas". De hecho, el magistrado de la Sala de lo Contencioso-Administrativo de la sección segunda del TSJM cree que el Casino se ampara en cuestiones "puramente valorativas". 

Para el Tribunal Superior de Justicia, la concesión de prórrogas anteriores no significa que el salón de juegos tenga un "derecho subjetivo" para seguir disfrutando de una "especie de prórroga forzosa" de la autorización de 2014. El tribunal termina el texto confirmando la primera sentencia. Al Casino, por tanto, sólo le queda el recurso de casación para intentar salvar -o prolongar unos meses de vida- su Rana de la Suerte. 

Julia se queda

A muy pocos metros, en la misma Plaza de Colón, se encuentra la escultura de Julia, del artista español Jaume Plensa. Hace unos días, el futuro de este efigie era una incógnita.

La obra, de doce metros de altura, forma parte de un programa artístico organizado por el Consistorio madrileño y que se presentó en diciembre de 2018.

El acuerdo que la fundación mecenas de esta obra tenía con Cibeles terminaba este año, pero el Ayuntamiento ha prolongado la estancia de esta cabeza hasta diciembre de 2027.