e-commerce
Durante muchos años, el crecimiento del e-commerce español miraba hacia Europa como su principal escenario de expansión. Un terreno conocido, cercano y con reglas de juego establecidas.
Pero las mejores oportunidades pocas veces surgen de lo predecible. Y, actualmente, ese dinamismo se encuentra al otro lado del Atlántico.
América Latina vive un momento de efervescencia digital que la convierte en uno de los mercados más prometedores para el comercio electrónico.
En pocos años, América Latina ha pasado de ser un mercado emergente a un ecosistema digital maduro, impulsado por una generación joven, móvil y conectada.
Más de 300 millones de latinoamericanos compran online, y se espera que esa cifra crezca un 44% hasta 2029, según Statista.
No se trata solo de tamaño o potencial. Se trata de sincronía: de una región que avanza a gran velocidad justo cuando Europa comienza a estabilizar su crecimiento.
Un crecimiento a doble dígito
Brasil, México y Argentina concentran la mayor parte del e-commerce de la zona, pero el impulso es transversal. Las cifras son elocuentes: en 2023, el e-commerce latinoamericano superó los 272.000 millones de dólares, con un crecimiento a doble dígito sostenido.
Para España, esta evolución es una oportunidad tangible.
La afinidad cultural y lingüística, la confianza en la calidad europea y la buena acogida de marcas como Zara, Mango o ISDIN demuestran un terreno fértil para seguir creciendo.
Otra ventaja para las empresas españolas es el perfil del comprador online en Latinoamérica. Entre el 70 y el 80% de las compras se hacen desde el móvil. El consumidor es joven, urbano y socialmente conectado, y valora las marcas internacionales.
La ventana invertida de las estaciones
Hay otro factor estratégico que suele pasar desapercibido: el tiempo. La diferencia de calendario entre ambos hemisferios abre una oportunidad especialmente interesante para sectores como la moda o los productos estacionales.
Mientras en España acaba el verano, América Latina inicia su temporada cálida. Este desfase abre la puerta a una estrategia inteligente: alargar el ciclo de vida del stock de temporada enviando al mercado latinoamericano.
Una colección de baño, calzado o moda de verano que aquí se liquida en agosto puede pasar a venderse con éxito en México, Brasil o Argentina entre octubre y febrero.
Gracias al canal online, esa transición ya no requiere una gran infraestructura física: basta con integrar una solución logística internacional fiable, adaptar medios de pago locales y gestionar y adaptar la atención al cliente a las necesidades locales.
La logística, el puente invisible
El e-commerce no tiene fronteras, pero sí tiene matices. Contar con un partner cercano y que entienda las particularidades de cada mercado latinoamericano puede marcar la diferencia entre intentarlo y triunfar.
Los retos existen (impuestos de importación, tiempos logísticos, fluctuaciones cambiarias), pero las soluciones también.
Latinoamérica es un mercado digital en ebullición, culturalmente cercano y con cientos de millones de compradores en plena expansión.
El e-commerce español tiene ante sí una posibilidad clara de diversificar, aumentar márgenes y alargar ciclos de vida de producto. Por lo tanto, es el momento de perder el miedo.
El consumidor latinoamericano ya compra online, confía en las marcas españolas y tiene cada vez más acceso a métodos de pago y envíos rápidos. La oportunidad está clara, solo hace falta dar el paso.
*** Emiliano Vidal es Managing director de Spring GDS España.