La propuesta de paz de Trump no es nueva en la historia. Se trata de lo que se conoce como “El protectorado”. Consiste en mantener temporalmente dos administraciones en un territorio.
La Administración interna formada por integrantes del Estado “protegido” y otra, procedente del exterior.
La administración procedente del exterior puede ser de un solo Estado extranjero, de varios o de una coalición internacional. La misión de esta segunda Administración es ayudar a consolidar la de origen interno con el tiempo.
Los protectorados se establecen cuando se considera que las instituciones de los países “protegidos” son demasiado débiles para subsistir o para crear condiciones de convivencia nacional.
El protectorado es por esencia temporal. Se crea con la intención de desaparecer cuando se considere que las instituciones del Estado protegido sean capaces de mantener esa convivencia.
Un protectorado conocido por los españoles de los siglos XIX y XX fue el de Marruecos compartido con Francia
Aunque muchos protectorados han sido “colonias disfrazadas”, unos pocos han cumplido su función de fortalecer institucionalmente al Estado protegido.
Un protectorado conocido por los españoles de los siglos XIX y XX fue el de Marruecos compartido con Francia. En realidad fue Francia la que empujó inicialmente el protectorado, en cuya labor le acompañó España. Labor que culminó en los años cincuenta del siglo pasado con la independencia de Marruecos.
Como ejemplo de esa labor fue el general Mizzian. El primer “Ministro de Defensa (o de la guerra) y Estado” del Marruecos independiente que había sido antes teniente general del ejército español e, incluso, capitán general de Galicia en el franquismo. Ha sido el único militar marroquí que ostentó el grado de Mariscal en su país.
Así que lo que pretende Trump no es una novedad. Más bien es conocido.
La protección se financia inicialmente por los protectores. Pero rápidamente los impuestos locales sufragan los gastos de la administración protectora. Incluso se podría decir que la protección casi siempre ha sido un buen negocio para los protectores.
Un desarrollo económico de la franja de Gaza basado en el turismo acabaría con veleidades yihadistas generalizadas
Detrás de un protectorado hay también realidades económicas. Ante la falta inicial de empresarios y técnicos locales, las riquezas de los países “protegidos” suelen ser explotadas por compañías de los protectores.
Francia impuso sus empresas en su zona de protectorado marroquí, lo mismo que hizo España, con menor fortuna. De hecho, el francés es lengua usada por el 63% de los marroquíes y se estudia en general en sus instituciones académicas. Menos del 10% hablan “aún” el español y está en retroceso.
En sentido económico, Gaza tiene pocos recursos naturales, salvo uno. Los presuntos protectores lo han visto claro. A las orillas del mediterráneo, con un clima suave y cerca de Europa, es un enclave goloso para un desarrollo turístico. Una “Riviera Trump” como se le ha denominado en algún medio.
Dinero para su desarrollo no faltaría. Por supuesto, dinero estadounidense, israelí y judío internacional. Cuando el nivel de vida alcanza determinada altura, las aventuras románticas del nacionalismo disminuyen. En el mejor de los casos se encapsulan en minorías cada vez más aisladas. Algo que le conviene al Estado judío.
Un desarrollo económico de la franja de Gaza basado en el turismo acabaría con veleidades yihadistas generalizadas. Además de ser un buen negocio.
El protectorado estadounidense/israelí/internacional sobre Gaza además de un intento de paz, es una ocasión de hacer un gran negocio
Los norteamericanos han conseguido convertir un desierto como “Las Vegas” (palabra española) en un emporio del juego y el ocio, con menos atractivo del que tienen los territorios De Gaza.
Supongo que cuando los dirigentes de la mafia, que fueron los que iniciaron los negocios en Las Vegas, iniciaron sus inversiones, los tomarían por locos. Sin embargo, ahí está el lugar donde se van a casar parejas, incluso internacionales.
Pero ¿cómo verían los dirigentes iraníes chiíes un centro del lujo y, quizás, de lujo … ria, en medio del corazón del islam? Y me pregunto esto porque la convivencia de los emires del golfo con el turismo internacional (y occidental) está más que demostrada.
El protectorado estadounidense/israelí/internacional sobre Gaza además de un intento de paz, es una ocasión de hacer un gran negocio.
A algunos les puede parecer un escándalo. No obstante, la riqueza y la ética no tienen por qué estar reñidas. Al revés, pueden ser buenas compañeras si consiguen un bien superior como es el de la paz.
** J. R. Pin Arboledas es profesor del IESE.