Bandera de la Unión Europea

Bandera de la Unión Europea EP

Opinión

¡A todos los líderes empresariales, elijan Europa!

Stéphane Séjourné
Publicada

Desde hace algunas semanas, se oye un pequeño rumor que quiere hacer creer que ustedes, los empresarios, tienen que elegir entre los Estados Unidos o China. A todos ustedes les digo alto y claro: ¡al contrario, es el momento de elegir Europa!

En primer lugar, porque elegir Europa es elegir la fuerza de un modelo democrático único, que vincula el éxito económico con el Estado de derecho, la descarbonización, el progreso social y el respeto al individuo. En un momento en  que algunos gobiernan a corto plazo, este modelo ofrece la previsibilidad a largo plazo indispensable para todos aquellos que desean invertir.

Es cierto que ese deseo tan europeo de conciliar «hacerlo bien» (económicamente) con el  «hacer el bien» (social y medioambientalmente) ha dado lugar a un exceso de cargas administrativas. Muchos de ustedes se han quejado de ello, y con razón. Por eso, la Comisión Europea ha puesto en marcha una ofensiva de simplificación sin precedentes. Antes de que finalice el mandato de esta Comisión, reduciremos en un 25 % la carga administrativa de las grandes empresas y en un 35 % la de las pymes. Nuestro lema es sencillo: pedir menos para que puedan hacer más.

En segundo lugar, porque elegir Europa es dotarse de la fuerza de 450 millones de consumidores. Sin embargo, hoy en día, los obstáculos al mercado común son tan numerosos que nuestras empresas se internacionalizan antes de europeizarse. Mañana, debe ser al revés. Ese es el objetivo de la «estrategia para el mercado único» que presentaremos el 21 de mayo.

Aquí también la idea es sencilla: en un mundo incierto, queremos que los principales socios comerciales de los europeos sean... los propios europeos.

Elegir Europa es dotarse de la fuerza de 450 millones de consumidores

También juntos debemos apoyar a las empresas que producen en territorio europeo en su lucha contra la competencia desleal de los productos chinos vendidos a precios de saldo, que inundan nuestros mercados gracias a importantes subvenciones públicas. Para ello, proponemos garantizar la cartera de pedidos de nuestras empresas introduciendo un mínimo de productos limpios —y «fabricados en Europa»— en nuestros contratos públicos y en determinados mercados privados. Por ejemplo, deseo que haya un mínimo de acero europeo, componentes europeos y baterías europeas en las flotas de vehículos de las empresas.

Elegir Europa también significa contar con un acceso privilegiado a una amplia gama de mercados mundiales, gracias a la extensa red de acuerdos comerciales que Europa ha construido a lo largo de los años. Esto garantiza un acceso diversificado a numerosos  recursos, evitando así el riesgo de depender de un único proveedor.

Por último, pero no por ello menos importante, elegir Europa significa acceder a los mejores talentos mundiales. En primer lugar, porque nuestro modelo europeo, basado en el respeto a la libertad, la diversidad y la protección social, hace de Europa un destino privilegiado. Aquí, sus estrategias y decisiones económicas cotidianas no corren el riesgo de verse sometidas a la arbitrariedad política.

En segundo lugar, gracias a la calidad de nuestra formación académica, científica y profesional, nuestro continente dispone de una mano de obra cualificada que muchos países nos envidian.

Es el momento de redoblar nuestros esfuerzos para atraer a todos los talentos. Europa está movilizando 500 millones de euros para atraer (por no decir repatriar) a científicos de todo el mundo. A fin de mes, también presentaremos una estrategia para apoyar a nuestras start-ups y “scale-ups”.

Europa está movilizando 500 millones de euros para atraer (por no decir repatriar) a científicos de todo el mundo

Esta abordará, uno por uno, los obstáculos que hoy impiden que nuestras innovaciones lleguen al mercado, desde la agilización y simplificación de los permisos hasta el aumento de capital privado, que generaremos, por ejemplo, creando nuevos productos de ahorro europeos orientados a las empresas y al empleo europeos.

Europa responde a este contexto geopolítico excepcional. Por primera vez, introduce la preferencia europea en el centro de su doctrina económica, poniendo fin a la ingenuidad que durante mucho tiempo ha colocado a nuestras empresas en una situación de desigualdad estructural (¿por qué seguir normas que otros no cumplen?).

No, Europa no es Estados Unidos. Tampoco es China. Es un continente único que asocia deliberadamente el éxito con el esfuerzo, el poder, el deber y la competitividad de nuestra industria con la supervivencia de nuestro planeta. No es idealista ni ilusorio. Es el único camino posible.

Por eso hago un llamamiento a todos ustedes, directores de pequeñas, medianas y grandes empresas: ¡seamos pragmáticos y orgullosos, elijamos Europa!

*** Stéphane Séjourné, vicepresidente ejecutivo de la Comisión Europea responsable de Prosperidad y Estrategia Industrial.