Parece que la pandemia de coronavirus es cosa del pasado, pero sus consecuencias siguen haciéndose sentir. Y no se trata sólo de la inflación; se trata de que el mundo está cayendo en manos de los introvertidos.

De repente, muchos se han dado cuenta de que trabajar desde casa no es tan malo después de todo. Es posible sentarse cómodamente en pijama sin tener que relacionarse con nadie más que con peludos compañeros de casa.

El problema es que este cambio de mentalidad no sólo ha afectado a la asistencia a las oficinas, sino también a la demanda de espacio de oficina llevando entre otras cosas a la red de coworking WeWork a presentar una solicitud de quiebra.

Muchos se han dado cuenta de que trabajar desde casa no es tan malo después de todo

Valorada en su día en la asombrosa cifra de 47.000 millones de dólares, ahora sólo vale 44,4 millones. Afortunadamente, este no es el final del camino para ellos, así que si todavía ve edificios con este logotipo no se asuste.

Los clientes, inversores y franquiciados de WeWork fuera de Estados Unidos y Canadá no se verán afectados. WeWork promete seguir atendiendo a sus miembros y operar sus oficinas con normalidad.

Sin embargo, la situación, en general, dista mucho de ser positiva. La ralentización del mercado inmobiliario comercial ha empezado a afectar a la economía, ya que los bancos están cargados de préstamos inmobiliarios problemáticos, lo que dificulta su capacidad para conceder préstamos.

Además, la caída de los precios está dificultando cada vez más la refinanciación de los 2,2 billones de dólares en préstamos inmobiliarios comerciales estadounidenses que vencen a finales de 2025. Esto, en teoría, podría desembocar en una crisis.

La ralentización del mercado inmobiliario comercial ha empezado a afectar a la economía

El hecho de que el valor total del mercado inmobiliario comercial sea aproximadamente equivalente al tamaño del Producto Interior Bruto (PIB) y supere el volumen de todos los bonos del Tesoro estadounidense en circulación no hace sino agravar el problema.

Cabe señalar que el deterioro de la situación del mercado inmobiliario comercial no se limita a Estados Unidos. Muchas economías, desde Alemania hasta Hong Kong, se enfrentan a problemas similares, por lo que es importante vigilar el sector en el stock screener.

De cara al futuro, incluso con el ciclo de subidas de tipos de la Fed llegando a su fin, el problema no desaparecerá por sí solo. Esto significa que podríamos ver mayores desafíos para los bancos, así como oportunidades para los activos refugio como el oro.

***Igor Kuchma es analista de Trading View.