La pregunta que se hacen los gestores de la economía es: ¿cómo puede influir la situación política en la evolución de la economía? ¿La XV Legislatura tendrá un gobierno políticamente estable o no? ¿Favorecerá la economía o tendrá dificultades? Intentemos dar respuesta a las dos: la situación política y la económica.

Su Majestad tiene que proponer al Congreso al candidato a presidente del Gobierno. Después de la elección de la mesa del Congreso los números cantan.

Los 178 votos de Sánchez son más contundentes que los 139 de Feijóo. Dicen las tertulias matritenses que Feijóo se enfadó con sus negociadores cuando se enteró, a posteriori, de que Vox no iba a votar a Cuca Gamarra. Son rumores no confirmados, pero la realidad es que no es lo mismo presentarse con 172 votos que con 139, aunque Vox ha reafirmado que votará a Feijóo.

Los 178 votos de Sánchez son más contundentes que los 139 de Feijóo

El rey sabrá de manera directa que Feijóo tendrá 170 votos de PP y Vox más los de UPN y con cierta certeza los de CC. De los de Sánchez tendrá conocimiento directo de los del PSOE, Sumar, y PNV, 157; del resto, tendrá que fiarse de las informaciones que le dé el candidato y las que reciba indirectamente.

No obstante, cualquier observador apostaría a que el rey encargará el Gobierno a Sánchez, lo dicen las matemáticas parlamentarias. Además, las declaraciones de ERC y Junts, diciendo que aún hay que negociar para la investidura, suenan a baladronadas.

Cualquier observador apostaría a que el rey encargará el Gobierno a Sánchez

¿Es posible que prefieran unas nuevas elecciones, con riesgo, a la situación actual? Como diría un castizo ¡amos anda! Puigdemont y Junqueras saben que no tienen nada más que pedir que lo que ya se les ha dado. Sánchez los tiene cogidos por su miedo a perder lo que ya han conseguido.

Ya lo ha dicho Bildu, que sigue las mismas líneas del PNV: "Pensar en una independencia en esta legislatura es una utopía imposible". De manera que, una vez resuelta la amnistía (asimilada ya por el electorado español, como se ha visto el 23-J y un Tribunal Constitucional “progresista” ), lo de la autodeterminación y el referéndum quedará en declaraciones a calendas grecas.

ERC y Junts una vez voten la investidura estarán amortizados. Y ellos lo saben. Después podrán negociar temas económicos, pero nada más. De manera que lo más probable es un Gobierno de Sánchez políticamente estable. Si alguien lo duda se puede afirmar, parafraseando a Bill Clinton: ¡es la política, estúpido!

La siguiente pregunta es ¿cómo gestionará Sánchez la política económica?

Lo más probable es un Gobierno de Sánchez políticamente estable

La respuesta no es tan clara. Sánchez ha demostrado habilidad política para mantenerse en el poder, pero la gestión económica podría ser su lado débil.

Calviño quiere irse a Europa (el BEI le espera) y otros altos cargos de su Ministerio también quieren abandonar ¿No ven claro el futuro? El riesgo es que la gestión económica quede en manos de la vicepresidenta Díaz, comunista de ideología y demagoga de hechos.

Con ese análisis se puede apostar que la legislatura podrá tener turbulencias económicas por incapacidad de gestión. La incertidumbre sobre la gestión de los Next Generation es un indicio.

Además, la inflación a la baja reducirá las posibilidades de más ingresos tributarios por IRPF e IVA. La clase media estará exhausta. Las empresas no admitirán más cargas fiscales, so pena de recesión. Si a eso se añade la irreversibilidad de los gastos por pensiones y la carga de la deuda pública con tipos de interés altos, el déficit público corre el riesgo de crecer.

La legislatura podrá tener turbulencias económicas por incapacidad de gestión

Por otra parte, la Unión Europea está pensando en volver a la disciplina fiscal.

Si se unen todos estos datos no es descabellado prever que a finales de 2024, principios del 2025, Sánchez esté en la misma situación que Zapatero en 2011: esperando unos brotes verdes económicos que no aparecerán.

Cualquier turbulencia económica puede acabar en un adelanto de elecciones. Entonces será el momento del PP con un Vox en retroceso (el electorado se cansa cuando las utopías no se consiguen). Será el momento de decir: ¡Es la economía, estúpido! (Lo que dijo Clinton y ganó).

El PP sólo tiene que resistir. Ya lo dijo Cela: en España quien resiste gana ¿Cómo será el PP que resista?

** J. R. Pin Arboledas es profesor del IESE.