El Gobierno dice que "la economía española va como una moto". Se apoya en los datos del INE y organismos internacionales.

Un eslogan cuestionado por algunos expertos porque todos los datos tienen una lectura positiva y otra negativa. Así por ejemplo:

1) Un dato positivo es el aumento del PIB hasta cifras similares al 2019 y la previsión del FMI de un crecimiento para España del 2,5% en 2023. Como ya anuncié este viernes pasado, con el aumento de la población, el PIB por capita de 2023 está al doble de distancia que en 2019 de la media europea.

Hemos pasado del -8% al -16%. Individualmente este año somos de media el doble de pobres respecto a los europeos que en 2019. Además, ayer el crecimiento del PIB mostró una cierta desaceleración. Aunque aumentó el 0,4% en el segundo trimestre, la cifra de crecimiento anual fue del 1,8%. La más baja de los últimos dos años.

2) La inflación ha vuelto a repuntar en julio al 2,3% desde el 1,9% del mes pasado. La subyacente gana tres décimas respecto a junio. La inflación de alimentos no baja, sus precios siguen altos. La firma de hipotecas se reduce hasta un 20% respecto al año pasado por el alza del Euríbor y el precio de los inmuebles.

Es la consecuencia de la acción del BCE elevando el tipo básico hasta el 4,25% y de una nefasta ley de vivienda, que reduce la oferta de casas de alquiler, lo que eleva su precio. El precio de los carburantes sube justo ahora, cuando las vacaciones aceleran la movilidad de la población, drenando liquidez a las familias y erosionando sus ahorros.

3) Según la EPA, los empleados superan, por primera vez desde que hay estadísticas de empleo, los 21 millones de personas colocadas. Sin embargo, Daniel Lacalle y otros economistas avisan de que en esa cifra hay entre un millón y dos de personas que tienen una ocupación muy precaria, solo unas pocas, poquísimas, horas a la semana. Igual pasa con la estadística de parados apuntados al SEPE.

Con el aumento de la población, el PIB por capita de 2023 está al doble de distancia que en 2019 de la media europea.

La cifra oficial de empleados registrados en la Seguridad Social incluye a los contratados "fijos discontinuos" en periodo de inactividad; que podrían llegar en otoño a algunos cientos de miles (parados discontinuos para algunos).

Además, según Eurostat, los empleados españoles son los que más riesgo tienen de caer en la pobreza dentro de la Unión Europea (11%). Con unos salarios cuyo aumento no alcanza a superar la erosión que sobre su capacidad de compra produce la inflación subyacente, la de los alimentos y la de los precios de la vivienda en propiedad y alquiler.

4) Al anuncio de la vicepresidenta Nadia Calviño de crecimiento sostenido, se puede contradecir con que lo que se está creando es una redistribución de rentas salariales bajas y del riesgo de pobreza.

5) Es la política clásica de la izquierda radical como Sumar: crear bolsas de población proclives a vivir de las subvenciones públicas para hacerlas "dependientes" y, en consecuencia, clientes electorales de quienes les ofrecen ayudas desde el poder público.

Se está creando es una redistribución de rentas salariales bajas y del riesgo de pobreza.

En resumen, no se puede decir que la economía española vaya en moto, si acaso va sobre un ciclomotor que, de vez en cuando, petardea por su tubo de escape. Lo que está claro es que económicamente muchos españoles van en bicicleta y cuesta arriba.

La clase media y trabajadora española tiene que empujar sus pedales contra el viento adverso de la inflación, los salarios deteriorados en términos reales, los impuestos excesivos a favor de las Administraciones, el precio de la vivienda... Una cuesta con una pendiente que cada vez será más difícil superar.

En este trimestre, se mantendrán los puestos de trabajo gracias el turismo. Pero pronto empezaremos a notar el cansancio económico de esa clase media y trabajadora. En agosto y septiembre aumentará el paro y los "fijos discontinuos inactivos". En octubre el consumo privado disminuirá.

Mientras, la situación política tendría que despejar su incertidumbre. Un Gobierno en funciones prolongado no es la mejor receta para alentar la inversión, incluidos los PERTEs de la Next Generation europea. Porque la inversión eficiente es la única variable económica capaz de sacar al país del atolladero, si se hace bien.

** J. R. Pin Arboledas es profesor del IESE.