El adelanto de las elecciones es una huida hacia adelante. Sánchez se enfrentaba a una situación que lo iba a dejar de “Pato Cojo” (Lame Duck). Es decir, como la figura del presidente de EEUU cuando se sabe que no será reelegido por estar acabando su segundo mandato. Cómo va a perder el poder, no se le hace caso (político).

En efecto, después del resultado del 28M la sensación de que el gobierno PSOE/UPL no ganaría iba a dejar a su presidente en esa situación. La imagen de perdedor que iba a tener hasta las elecciones previstas para final de año hubiera sido insufrible para una personalidad narcisista como la de Sánchez.

No han sido sólo razones políticas y electorales las que han decantado la decisión presidencial. Han pesado, y no poco, las personales. Es muy probable que la noche del 28M Sánchez se haya preguntado: ¿cómo es posible que no se reconozca mi esfuerzo por tanto elector desagradecido?

El Gobierno actual al considerarse el único progresista, es decir, el que tiene la “verdad”, desprecia a todo lo que no se alinee con su idea de la vida, la historia, la cultura y la memoria.

Es un rasgo de soberbia. Según la interpretación que ha trasmitido el presidente en su anuncio, los progresistas no han votado y se han abstenido por pereza. No eran lo suficiente conscientes del riesgo que corrían. Ahora, cuando vean a Vox en algunas instituciones se darán cuenta de su error.

Según la interpretación que ha trasmitido el presidente en su anuncio, los progresistas no han votado y se han abstenido por pereza

Es decir, que según Sánchez y su equipo, el PP ha ganado por la apatía del electorado de izquierdas. Ni se les pasa por la cabeza que haya electores de ese espectro que quieren un cambio y estén en contra de las políticas de su Gobierno.

Sanchez se niega a ver la realidad de otra forma que no sea la suya. Mete la cabeza en el hoyo como la hace el avestruz. Para esta ave terrestre la realidad, si no se ve, no existe.

Por tanto Sánchez, pasó de pato cojo el domingo por la noche a avestruz el lunes por la mañana.

Por eso cuando anunció la disolución de las cortes y convocatoria de elecciones dijo que: “hemos estabilizado la economía, creado empleo y crecido”. Por lo visto el 13% o más de paro es una situación excelente; lo mismo que el 1,5 Billones de euros de deuda pública, el déficit público o la carestía de vida del español medio.

Las estadísticas dicen que el consumo en alimentos de los españoles este trimestre ha crecido el 9,4% respecto al mismo trimestre del año pasado; hasta 9.575 Millones de euros. Por contra, se ha comprado menos cantidad (un 4,3%) lo que significa que el precio por Kilo/litro ha subido.

Sanchez se niega a ver la realidad de otra forma que no sea la suya

Antes de las elecciones afirmé en estas columnas que la macroeconomía no se puede olvidar en estas elecciones. Sin embargo, los números del PIB, la balanza de pagos, el paro registrado, el déficit público, o cifras como esas, son abstractas y salvo que sean desastrosas mueven poco al electorado. Pero lo de la cesta de la compra es palpable día a día cuando se va al supermercado.

La economía en su superficie no parece ir mal, se crecerá por encima del 2% en 2023. Sin embargo, si se profundiza en el análisis se detecta el dopaje de la misma con 17 millones de personas recibiendo todos meses dinero de las administraciones, los fondos europeos regando la liquidez de empresas y la inflación suministrando impuestos crecientes a las Administraciones públicas.

Ese dinero, que riega la economía y ceba la inflación, va a requerir medidas de austeridad. Medidas que la Comisión Europea ha pedido al Gobierno español y tendrá que hacer el próximo presidente.

En economía Sánchez también está haciendo el avestruz. No quiere saber lo que le dice la Comisión Europea. Seguro que en la campaña no habla de ello. Es más, dado que el 23J estaremos en el tercer trimestre, el segundo de la temporada turística, disfrazará las dificultades económicas futuras.

Presidente Sánchez: si es malo ser un pato cojo, peor es ser avestruz. Siento decírselo.

** J. R. Pin Arboledas es profesor del IESE.