Salvo que los reguladores encuentren la manera de resolver el problema de raíz, todo el mundo se verá “castigado”. El sector empresarial, en este sentido, ya tuvo que apretarse el cinturón, empezando, como siempre, con los recortes de plantilla. Se estima que desde el 1 de octubre, se eliminaron más de 500.000 puestos de trabajo en todo el mundo.

Pero la historia no acaba ahí. Esta semana el líder de la industria mundial del entretenimiento, Walt Disney Company, también se ha sumado a la causa. En el marco de la reestructuración, su consejero delegado, Bob Iger, anunció que en los próximos meses cerca de 7.000 empleados deberán abandonar la empresa.

Se estima que desde el 1 de octubre, se eliminaron más de 500.000 puestos de trabajo en todo el mundo

En cuanto al sector, financiero, los "jugadores profesionales" tampoco presumen de optimismo. Según una encuesta de Bank of America, casi el 90% de los gestores de fondos temen que se repita lo que ya sucedió en los años 70, cuando la crisis del petróleo derivó en el crecimiento de precios y la temida estanflación.

Con estas perspectivas, una parte de los inversores ha optado por liquidar gran parte de sus posiciones en Estados Unidos, mientras que otros han cambiado su enfoque hacia los mercados europeos o de los países emergentes. Otros, simplemente, se han decantado por activos defensivos, como el oro o las blue-chips.

En busca de nuevas pistas sobre la salud económica de Estados Unidos, la atención de los inversores se centrará estos días en la comparecencia de la secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, y los datos finales del PIB del cuarto trimestre, así como el informe del índice de precios PCE subyacente.

***Igor Kuchma es analista de Trading View.