"El éxito es la habilidad de ir de fracaso en fracaso sin perder el entusiasmo". (Churchill).

El Fondo Monetario Internacional ha revisado esta semana ligeramente al alza el crecimiento mundial previsto para 2021 hasta el 5,5% (y mantiene sin cambios en el 4,2% su estimación para 2022) tras el colapso de 2020 (-3,5%). Gran parte de esta revisión radica en la confianza en que el crecimiento sea más intenso en la segunda mitad del año gracias a las vacunas tras un inicio de año algo débil.

Sin embargo, la intensidad de esta recuperación será dispar por países, ya que dependerá del acceso a la vacunación y a los servicios médicos, y de la efectividad de las medidas de estímulo adoptadas. Además, la incertidumbre provocada por las de nuevas variantes del virus elevan los riesgos a corto plazo. Veamos en la columna de hoy los principales gráficos que ha publicado el organismo internacional en su informe:

Estados Unidos presenta una de las revisiones al alza más pronunciadas en el crecimiento previsto para 2021 (+2 puntos porcentuales hasta el 5,1%), lo que contrasta con las peores expectativas para Europa, tanto para la eurozona (-1 p.p. hasta el 4,2%), muy afectada por el mayor pesimismo para España (-1,3 p.p. hasta 5,9%) e Italia (-2,2 p.p. hasta el 3%), como para Reino Unido (-1,4 p.p. hasta 4,5%).

 España habrá decrecido en el agregado de los tres años un -1,43%, mientras que el mundo habrá crecido un 6,08%

Con este escenario, España habrá decrecido en el agregado de los tres años un -1,43%, mientras que el mundo habrá crecido un 6,08% en dicho plazo:

La solidez de la recuperación varía entre países: además del acceso a las intervenciones médicas y la eficacia de las políticas, influyen también la exposición a repercusiones económicas transfronterizas y las características estructurales de cada economía al inicio de la crisis.

Comparemos China (marrón) con los emergentes en general (amarillo) y los desarrollados (azul):

La recuperación del crecimiento proyectada para este año se produce tras el fuerte colapso de 2020. El desplome estimado (-3,5%) es menos grave de lo que se había previsto (-4,4%) gracias a un crecimiento más dinámico en el segundo semestre, pero no deja de ser la peor contracción mundial en tiempos de paz desde la Gran Depresión.

Dado que el repunte es solamente parcial, se prevé que en 2021 más de 150 economías tengan un ingreso per cápita inferior al de 2019. En 2022, la cifra se reduce sólo ligeramente a alrededor de 110 países:

Las economías exportadoras de petróleo y las que dependen del turismo se enfrentan a horizontes complicados, dadas las flojas perspectivas para el petróleo y la lenta normalización prevista de los viajes internacionales.

Además, en mi opinión, una parte importante de los viajes ya no volverán a efectuarse como antaño, ya que muchas reuniones de trabajo e incluso comités y consejos se celebrarán virtualmente.

Incluso dentro de los distintos países, la carga de la crisis se ha repartido de forma dispar y ha agravado la desigualdad. Las pérdidas de ingresos han sido desproporcionadas entre los trabajadores con un nivel educativo más bajo, los jóvenes, las mujeres y los trabajadores informales. Se prevé que casi 90 millones de personas caigan por debajo del umbral de pobreza extrema durante 2020-21, revirtiendo las tendencias de los últimos 20 años:

Los ámbitos prioritarios a los que destinar los recursos liberados para la recuperación incluyen el gasto en educación para remediar los retrocesos sufridos en la acumulación de capital humano, la digitalización para estimular el crecimiento de la productividad y la inversión verde para crear empleo y acelerar la transición energética.

Saldremos adelante seguro. Siempre pienso que tengo demasiados defectos para ser perfecto, pero tengo muchas bendiciones como para ser desagradecido. Mario Benedetti solía decir: “Ojalá reconociéramos lo que tenemos con la misma facilidad que conocemos lo que nos falta”.