“Si no trabajas por tus sueños, alguien te contratará para que trabajes por los suyos” (Steve Jobs).

Desde que se hizo público que la inversión en Apple representa el 43% de Berkshire Hathaway, Warren Buffett ha impulsado el rally del gigante tecnológico.

El crecimiento ha sido de tal calibre que la empresa vale en bolsa lo mismo que todas las acciones del índice Russell 2000 (que se compone de las 2000 acciones más pequeñas de las 3000 más grandes cotizadas de EEUU).

En este gráfico de Shadow Investing, podemos observar las principales apuestas de algunos inversores legendarios (incluyendo los 90.000 millones de dólares de Buffett en Apple):

Y es que, en los últimos 10 años, Apple ha subido más del cuádruple que el S&P 500. Hay una errata en esta gráfica de la CNBC, ya que el nivel máximo que aparece se refiere al 19 de agosto de 2020 (y no de 2018):

De hecho, Apple es la empresa más grande del mundo, siendo (junto a la petrolera Saudi Aramco) la única compañía que vale en bolsa más de dos billones de dólares. En el top 8 mundial, el resto son todas tecnológicas. En esta infografía de Statista, vemos la diferente composición sectorial en comparación con 2005:

No obstante, en el penúltimo lustro, la acción subió menos que los ingresos netos de la firma, mientras que, en el último lustro, ha sucedido lo contrario, elevándose el PER de Apple a 35 (lejos, por cierto, del PER 1035 de Tesla, por ejemplo). Gráfico de Shadow Investing:

¿Quiere decir esto que ya no tiene sentido invertir en Apple? En absoluto. Si el maestro del Value Investing ha apostado por una tecnológica, será por algo.

En compañías aburridas que se limitan a mantenerse o a crecer lentamente sin dar saltos en innovación, un PER 35 sería excesivo. Pero estos niveles de PER son lógicos en empresas que nos sorprenden con cierta frecuencia por su elevado nivel de disrupción. Nunca he sido usuario de Apple, sino de Samsung y Microsoft, pero incluso a mí, han logrado cautivarme con sus AirPods (auriculares inalámbricos con muchas propiedades diferenciales).

Y he aquí precisamente un ejemplo claro de disrupción: en este gráfico de enero de Kevin Rooke, podemos ver que solamente las ventas de AirPods superan a las ventas totales de gigantes como Nvidia o Twitter:

Además, en esta otra infografía de Statista, queda claro que el recorrido de Apple vs. Android es muy alto. En nuestro país, su cuota es sólo del 18%, pero es que en la India (con sus 1350 millones de habitantes), la cuota es de un simple 3%:

Antes de ir concluyendo, quiero incluir este último gráfico para desmitificar que sólo haya subido la bolsa americana en el año de la pandemia.

Si no tenemos en cuenta el peso tan fuerte que tienen los gigantes tecnológicos en el S&P 500 y usamos dicho índice equiponderando sus componentes para compararlo con el índice mundial MSCI All Country World Index excluyendo EE.UU. y equiponderando también el peso de sus componentes, el resultado sorprende: se han comportado igual en 2020.

Dicho de otra forma, la evolución bursátil de Estados Unidos ha sido similar a la del resto del mundo en este año para olvidar (fuente: Charles Schwab):

No olvidemos que Apple (a diferencia de Google, Amazon o Facebook) no está en el punto de mira por ser un semimonopolio que acapara datos de sus clientes. También es la firma con más flujo libre de caja anual del mundo (72.000 millones de dólares).

En conclusión, ¿merece la pena invertir en Apple? En mi opinión, sin duda sí. Se trata de una empresa absolutamente admirable.

Cuando una empresa destaca tanto, es de recibo reconocerlo abiertamente. Igual sucede con las personas: cuando veas algo hermoso en alguien, díselo. Te llevará unos segundos, pero para esa persona puede durar toda la vida.