La alegría con la que Baleares recibió a los primeros turistas alemanes a mediados de junio nos ha recordado a los españoles la dependencia que tenemos del turismo para nuestra economía.

Desde el 21 de junio, los españoles ya podemos viajar entre comunidades y desde el 1 de julio, la Unión Europea (UE) reabrió los vuelos entre países miembros, así como de otros estados que han conseguido controlar, por ahora, la pandemia.

El Covid-19 ha trastocado los planes de las compañías y de todos nosotros, pero nos ha permitido reconocer la importancia que el turismo tiene para nuestro país, al ser el sector que más aportó a la economía española durante 2019, en concreto el 14,6% del PIB, o lo que es lo mismo, 176.000 millones de euros, según el estudio elaborado por el World Travel & Tourism Council (WTTC).

Además, España recibió el pasado año más de 83 millones de turistas, lo que permitió que se generaran 282.000 puestos de trabajo directos en el sector hotelero, según la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (CEHAT).

El entusiasmo que despertó en Baleares el corredor seguro con Alemania con el que llegaron los primeros turistas de la temporada (15.000) pudo resultar excesivo, pero no lo es para un ámbito de actividad clave para nuestra economía. Sin la coyuntura que atravesamos, estos primeros turistas que aterrizaron con meses de retraso en Mallorca, Ibiza, Menorca o Formentera habrían sido recibidos sin ningún júbilo a inicios de abril con la Semana Santa.

El sector ha vivido cuatro meses de parón del que nos costará reponernos, pero tenemos que mirar al futuro y aprovechar la crisis del Covid-19 para reforzar e impulsar este motor económico a través de su digitalización real, del impulso de soluciones 100% móviles y de una mayor profesionalización.

Por eso, tenemos que mirar al futuro con optimismo, a pesar de que el Gobierno no haya podido destinar más presupuesto para su reactivación como sí han hecho otros países como Francia, Italia, Grecia o Portugal. 

¿Por qué? Porque contamos con una oportunidad única para que España siga siendo un referente turístico por nuestras costas, nuestra naturaleza, las horas de sol, nuestro patrimonio cultural y por unos servicios de calidad que fomenten la disponibilidad de una oferta gastronómica, cultural, experiencial y de compras.

El turista ya había empezado a querer ser el protagonista de su experiencia de viaje y la pandemia lo va a acelerar. Cuando uno viaja, quiere salirse de los tópicos del país de destino para diseñar su propia vivencia y, si el móvil había empezado a cambiar el turismo, a partir de ahora va a tener mayor importancia. Con él tenemos toda la información que necesitamos para viajar y toda la tecnología para disfrutar de los viajes.

El turista se ha ido haciendo más exigente y crítico y emplea su teléfono inteligente para conocer qué visitar, reservar mesa o pagar sus compras, lo que le lleva a comercios o negocios que apuesten por una alta presencia digital en su actividad.

Con la pandemia, todos nos hemos adaptado para trabajar y relacionarnos a distancia y el ganador ha sido el móvil. Las soluciones móviles, no sólo ya digitales, son las que se van a potenciar en esta mal llamada, nueva normalidad, en la que nos estamos adaptando a vivir.

Esa movilidad 360º que permite el móvil va a resultar fundamental en esta reactivación del turismo. Es la oportunidad que grandes empresas hoteleras, operadores logísticos, administraciones públicas, comercios y pymes no pueden desaprovechar en esta desescalada económica y social que estamos viviendo.

Aquí el Tax-Free puede ser un aliado de los comercios para impulsar nuestra economía y reactivar las compras entre los 12 millones de turistas extracomunitarios. Primero con suizos, noruegos o rusos y también británicos -a causa del Brexit podrán reclamar este derecho a partir del 1 de enero, unos 18,5 millones de turistas- y después con el resto del mundo, con China y Estados Unidos a la cabeza.

Actualmente, la mayoría de los pequeños comercios españoles sigue sin estar preparado para gestionar el Tax-Free y han perdido oportunidades de venta. Lo peor es que pueden seguir perdiéndolas si no facilitan a los turistas extracomunitarios un modelo mucho más cercano y accesible, a pesar de que desde el 1 de enero de 2019 todos los comercios tienen que estar listos para ofrecer y emitir digitalmente el reembolso de IVA en sus compras.

En esta materia la interacción con el móvil es la clave para que los no residentes en la UE se puedan aplicar hasta un 21% de descuento adicional -correspondiente a la devolución de impuestos- en su compra y los pequeños comercios puedan ampliar sus ventas facilitando esta gestión.

Los turistas van a demandar cada vez más destinos turísticos seguros a nivel sanitario y que no pongan innecesariamente su salud en peligro. El uso del móvil les va a permitir cumplir con las normas de distanciamiento y además les debería facilitar las compras, así como las reservas y el pago en restaurantes, museos o espectáculos.

El móvil tendría que ser la solución al sector turístico, al igual que el Tax-Free, y necesita que la experiencia del cliente se ubique en el centro de su modelo de negocio para enamorar a los turistas y que, tanto europeos como extracomunitarios consuman, compren y regresen a nuestro país.

Si hablamos de Tax-Free, tiene que primar la sencillez en su gestión, ya se realice en tiendas físicas u online y tiene que ser fácil para ambas partes y evitar la gestión burocrática que le suponía hasta ahora.

El turismo español tiene una oportunidad que no puede desperdiciar para elevar su calidad y el desarrollo de soluciones 100% móviles, y, junto con la digitalización real, son sus principales aliados. No lo desaprovechemos.

***Abel Navajas es CEO y cofundador de Woonivers