"La verdad adelgaza, pero no quiebra" (Cervantes).

En los tiempos convulsos que vivimos, estamos viendo que cadenas hoteleras, compañías de alquiler de coches y aerolíneas están al borde de la quiebra, por no hablar de la infinidad de pequeños comercios que ya empiezan a tirar la toalla.

Por ello, quiero empezar esta columna repasando las diez mayores quiebras habidas en la historia de la primera potencia mundial con este gráfico elaborado por TitleMax.

Como podemos observar, la más sonada fue la de Lehman Brothers en septiembre de 2008 (recomiendo ver la película Malas noticias, cuyo título original es Too big to fail). Fue la más relevante por importe (casi 700.000 millones de dólares), sin embargo, la de General Motors fue la que afectó a más empleados (88.000):

El riesgo es una parte inevitable del libre mercado. Los eventos relacionados con la crisis (préstamos impagados, falta de liquidez y reducción del valor de los activos) fueron suficientes para derribar a bancos como Lehman. Los efectos posteriores, incluida una economía mundial en decadencia, llevaron a una segunda oleada de quiebras para empresas como GM y Chrysler.

Hay veces, como ahora, en que la naturaleza potencialmente destructiva del riesgo ni siquiera estaba en el radar para desencadenarse más tarde por eventos no anticipados en forma de "cisne negro".

A continuación, mostraré tres gráficos de Statista. El primero muestra el número total de empresas declaradas en quiebra en España de 2005 a 2019. En 2019, alrededor de 4500 empresas fueron las afectadas:

El segundo gráfico muestra el número de empresas quebradas en Cataluña de 2010 a 2019. En 2019, un poco más de mil empresas se declararon en quiebra en esta CCAA Esto significa que, aunque el PIB catalán supone aproximadamente el 20% del español, las quiebras de esta región representan una proporción algo superior en el total nacional:

El tercer gráfico detalla el número de empresas declaradas en quiebra en nuestro país en 2019 por actividad económica principal. Nuestro tejido productivo dominado por pymes revela que son los comercios los más afectados:

No sería de extrañar que este año superásemos ampliamente el pico del año 2013, cuando casi 10.000 empresas quebraron en nuestro país.

Tras el estallido de la crisis del coronavirus, todos pudimos entender las medidas iniciales: ERTE, diferimiento del pago de hipotecas y alquileres, etc. Estas medidas deberían ser sólo de choque inicial, pero no estructurales. El tono reciente parece estar enfocado a declaraciones populistas por parte del socio minoritario del Gobierno, a pactar y romper pactos sobre la marcha, a querer encarecer el despido en plena debacle, a implementar estatalmente impuestos como el del patrimonio que casi no existe en el mundo y que es injusto, irrelevante y desincentivador…

Espero que la gran subvención europea aprobada de 500.000 millones de euros para los países más afectados nos ayude a enfocar el futuro con más sosiego. Hoy más que nunca, quiero recordar a los políticos que, en la vida, vales lo que vale tu palabra.