Una vez que empezamos a ver la luz al final del túnel y a recuperar la actividad, muchos españoles retoman o inician su interés por comprar vivienda. Pero en algunas capitales de provincia resulta más sencillo que en otras.

Hay ciudades, como Madrid, donde la escasa oferta (unida a la gran demanda) provoca quebraderos de cabeza para encajar necesidades familiares, viviendas disponibles y presupuesto.

Resulta casi imposible conocer con certeza cuántas viviendas libres hay en España. El Ministerio de Transporte, Movilidad y Agenda Urbana indica en su último informe sobre el stock de viviendas nuevas sin vender que a 31 de diciembre de 2018 había 459.876 unidades disponibles. Pero claro, habría que sumar las de segunda mano y actualizar esos datos.

En la actualidad, la manera más común de conocer la oferta de viviendas disponible en una ciudad es entrar en Idealista. El portal inmobiliario es el más conocido y utilizado en España para vender, comprar o alquilar una casa.

En concreto al cruzar los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) sobre la población de cada capital de provincia a 1 de enero de 2020 y las viviendas publicadas en Idealista (tanto obra nueva como usada) es posible hacerse una idea bastante clara de las ciudades donde hay más oferta disponible en función de sus habitantes. Madrid no sale muy bien parada.

Falta oferta en Madrid

En Madrid hay 7,61 viviendas en venta por cada mil habitantes. Ocupa la posición 47 de las 50 capitales de provincia de España, sin contar Ceuta y Melilla, solo por delante de Huesca (3,52), Pamplona (5,48) y, por poco, Santa Cruz de Tenerife (7,38).

Para la consultora Colliers International, “lo que está indicando que en Madrid la oferta de la vivienda por habitante es bastante más baja que el resto de capitales de provincia, esto unido a la fuerte demanda que existe explica los altos precios en Madrid”.

El consejero delegado de Foro Consultores Inmobiliarios, Carlos Smerdou, explica que estos datos tienen su lógica porque “hay una sobredemanda clara sin tener en cuenta a la gente que vive aquí pero no está empadronada”. Por ese motivo, ahonda el directivo, “las cifras podrían ser incluso más extremas”.

Además, estos elevados precios por la falta de oferta y elevada demanda no tienen visos de cambiar hasta que los grandes desarrollos urbanísticos como el sureste o Madrid Nuevo Norte incorporen un gran número de promociones de obra nueva en la capital. “Los promotores están muy tranquilos con Madrid”, reconoce Carlos Smerdou. 

Las circunstancias de Madrid llevan a que el precio de la vivienda en las zonas con demanda, como el interior de la M-30 y el norte, no tenga visos de caer. "Hay una demanda solvente que quieren comprar en esas determinadas zonas y dado que existe una escasez de suelo y obra nueva esto lleva a que los precios tiendan a subir”. explica el consejero delegado de Foro Consultores.

Y al contrario. Las zonas más deprimidas, con más paro y una población más castigada por los ERTE, ERE y demás efectos económicos negativos del coronavirus, serán aquellas donde más caerá el precio de la vivienda. Por ejemplo, los barrios al sur de la M-30

La España vaciada

La clasificación de capitales de provincia con mayor oferta de vivienda en venta por cada mil habitantes está comandada por Ciudad Real (28,48), es decir, cuatro veces más que en Madrid. Acompañan a la localidad manchega otros ejemplos de provincias que han visto salir mucho talento camino de la gran ciudad. Ahí están Salamanca, Granada, Orense, Zamora, Ávila o Palencia.

En segundo lugar aparece Alicante, pero la respuesta están en la gran oferta de viviendas nuevas y usadas que ofrece como segunda residencia tanto para compradores nacionales como extranjeros.

En cuanto a Barcelona, que queda en la mitad baja de la tabla, Carlos Smerdou recuerda que la ciudad está muy limitada al levantarse entre el mar y la montaña. “Además -insiste- hay varias localidades (como Hospitalet de Llobregat, San Adrián de Besós o Santa Coloma de Gramanet) de las que está separada apenas por una calle ”.

También resulta curioso comprobar que la escasa oferta residencial en las capitales de las dos provincias canarias. Tanto Las Palmas de Gran Canaria (7,91) como Santa Cruz de Tenerife (7,38) se encuentran en los últimos cinco puestos de la clasificación. 

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