Muestra de hueso bioimpreso.

Muestra de hueso bioimpreso. Archivo

Observatorio de la sanidad

La impresión 3D de dispositivos médicos será una industria de casi 3.800 millones en 2026

Los analistas prevén una tasa de crecimiento anual del 21% desde los poco más de 1.900 millones de euros que la industria supone en la actualidad.

25 febrero, 2023 02:26

La tercera dimensión ofrece nuevas oportunidades y crece en todas las industrias, aunque no de forma equitativa. Donde sí tiene un futuro más que prometedor es en el campo de la medicina. Esta tecnología se está convirtiendo en una herramienta valiosa y versátil para los profesionales médicos, ya que permite crear soluciones adaptadas a cada paciente.

Según las estimaciones de GlobalData, este mercado está en pleno auge y doblará sus ventas en apenas dos años. Pasará de los poco más de 1.900 millones de euros a los 3.791 millones en 2026, con una tasa de crecimiento anual de un 21%.

El último informe de la compañía, 'Impresión 3D en dispositivos médicos: inteligencia temática', revela que los ingresos de la impresión 3D en el sector médico han aumentado constantemente desde 2018. Esto se debe al importante crecimiento que han experimentado las nuevas aplicaciones sobre en dispositivos ortopédicos, dentales, intercorporales, quirúrgicos y personalizados.

[Equipos médicos de 'marca blanca' fabricados con impresión 3D]

La previsión de la industria es que la inversión en impresión 3D continúe in crescendo, lo que aumentará la cantidad de empresas con software, hardware, materiales y demás servicios que permitan el uso de esta tecnología. Según los analistas de GlobalData, esto acelerará la descentralización de la producción de dispositivos médicos y mejorará la accesibilidad y distribución de los mismos.

"A medida que la tecnología continúa evolucionando, podemos esperar ver aplicaciones médicas aún más innovadoras y emocionantes", explica Ashley Clarke, analista médica de la empresa de datos.

Beneficios de la impresión 3D

Pero ¿qué puede hacer la impresión 3D en el terreno de los dispositivos médicos? Personalización, costes más bajos, velocidad de producción y reducción de desperdicio son los cuatro beneficios que más destacan los expertos.

Entre otras funciones, la tercera dimensión permite que los dispositivos médicos sean personalizados y se adapten exclusivamente a los pacientes. Esto se traduce en un mejor ajuste, comodidad y resultados al tiempo que reduce el riesgo de complicaciones.

"A diferencia de las técnicas de fabricación tradicionales, la impresión 3D ofrece una mayor libertad de diseño y tiene poco o ningún costo adicional por aumentar la complejidad de un diseño. Ahora es posible fabricar dispositivos con estructuras intrincadas y cavidades internas", señala la especialista.

Por otro lado, las guías quirúrgicas impresas en 3D también pueden ayudar a los cirujanos que realizan operaciones de reemplazo de articulaciones, espinales y otras cirugías complejas, lo que requiere de una mayor precisión durante los procedimientos. Además, las tasas de éxito aumentan, mientras que los tiempos de recuperación se reducen.

Estos son algunos de las oportunidades que, en la actualidad, ofrece la tecnología 3D a los médicos. Eso sí, aún queda mucho camino por recorrer.

'Materiales inteligentes'

De hecho, esta se considera un área emergente en la que ya se están estudiando y desarrollando nuevos dispositivos. Según la especialista, con más investigación, la impresión 3D también podría dar lugar a 'materiales inteligentes' impresos con geometrías que son casi imposibles de producir con otros métodos.

Los 'materiales inteligentes' responden a los estímulos del entorno, como el calor, la humedad o el sonido, por lo que son prometedores para las aplicaciones médicas ya que pueden mejorar los dispositivos actuales con nuevas propiedades y un rendimiento mejorado.

A este respecto, en la agenda futura de la industria figuran prótesis con sensibilidad incorporada, stents autoexpandibles, reemplazos articulares de autorreparación y dispositivos de administración de fármacos que responden a infecciones. De cumplirse los pronósticos, este último avance tendría que someterse a un control y una regulación mucho más alta.