Montarse en un tren de Cercanías en Madrid es toda una lotería. No sólo por los retrasos a los que los viajeros están acostumbrados, sino también por las elevadas temperaturas que soportan debido a unos fallos en el sistema de climatización que cada vez son más frecuentes. Un problema que los vendedores ambulantes han convertido en negocio.
Desde hace algunos días es habitual encontrarse a estos comerciantes saltando de vagón en vagón y ofreciendo agua al precio de un euro. “Agua fría a un euro”, es la frase que repiten una y otra vez.
Estos vendedores van cargando carros de la compra o improvisadas neveras portátiles provistas de botellas de agua e incluso, en algunos casos, de refrescos.
Si antes te los podías encontrar en una manifestación o en las fiestas de cualquier barrio de la capital vendiendo cerveza y agua fría, ahora han visto negocio -que no es legal- en las altas temperaturas que sufren los viajeros de Cercanías.
Al precio de un euro le sacan mucha rentabilidad a una botella de agua que les ha podido costar entre 20 y 40 céntimos. Además, el coste de una botella de agua en las máquinas de estaciones como la de Atocha no baja de 1,5 euros.
Incidencias
Así que hay quien hace de la necesidad virtud. Y lo cierto es que Renfe está sufriendo un colapso del sistema de climatización en los trenes de Cercanías, aunque también en los de Media y Larga Distancia.
En concreto, se han contabilizado 4.172 incidencias entre el 1 de mayo y el 1 de julio. De ellas, 957 corresponden a la ausencia total de climatización y 3.215 a deficiencias parciales, según datos del sindicato CCOO.
Vendedor ambulante de agua y refrescos en trenes de Cercanías de Renfe en julio de 2025.
Sólo en la zona sur de la red de tren se han registrado 1.186 fallos, situando a la plantilla en una situación “insostenible” ante las quejas de los viajeros, que se acumulan en redes sociales.
Según fuentes del operador ferroviario, el número de incidencias es “notablemente inferior”, pero declinan aportar datos.
La situación es crítica teniendo en cuenta que estamos en pleno verano con temperaturas muy altas. De hecho, España ya ha vivido la primera ola de calor de la temporada estival.
Hablamos de temperaturas que superan los 35°C en varias composiciones y llegan a alcanzar incluso los 40 grados en casos puntuales.
Renfe se defiende
A pesar de estas incidencias y quejas de los usuarios, Renfe defiende que se realizan mantenimientos y revisiones periódicas a los más de 8.500 equipos de climatización.
Asimismo, detalla que los equipos de climatización instalados están preparados para operar en rangos de temperatura de entre -10ºC y 40ºC.
Pero reconoce que cuando se dan situaciones excepcionales -temperaturas exteriores que superan los 40ºC o incluso alcanzan los 45ºC-, los sistemas pueden activar mecanismos de protección automática para evitar averías mayores.
Eso provoca una parada temporal y no es posible reiniciar la climatización, “lo que puede generar incidencias puntuales en la temperatura interior del tren”.
En el caso concreto de Cercanías, la empresa pública justifica que la apertura de puertas en estaciones provoca “una entrada constante de aire caliente del exterior”, lo que impide mantener una temperatura interior homogénea en el vagón.
