Controladores aéreos de Enaire.

Controladores aéreos de Enaire. Víctor Duarte. Europa Press

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Así es cómo las torres de control aéreo se salvaron del apagón y los aviones pudieron despegar y aterrizar en España

Enaire sufrió el fallo de energía y el corte de suministro que garantiza la comunicación entre controladores y pilotos.

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El apagón eléctrico sufrido en España el pasado lunes paralizó a todo el país y afectó especialmente a algunas infraestructuras de transporte, como la red ferroviaria. Sin embargo, hubo otras, también críticas, como el transporte aéreo, que consiguió mantener su operativa (con un 94% de vuelos operados) gracias al trabajo de Enaire, Aena y aerolíneas. Pero, ¿por qué las torres de control pudieron seguir gestionando vuelos con el sistema eléctrico y de datos caído?

“Gracias a un sistema de contingencia que permite que si se cae el sistema se pueda seguir operando”, señalan fuentes de Enaire. Desde que ocurrió el apagón -a las 12:30 horas del lunes 28 de abril- y hasta la madrugada del día siguiente, “hubo un importante trabajo por detrás para poder dar capacidad al 100%”, comentan.

En el caso de Enaire, la empresa pública que gestiona el tráfico aéreo, se vio doblemente impactada por el apagón. Por un lado, sufrió el fallo de energía y, por otro, el corte de suministro de los operadores de telecomunicaciones que garantiza la comunicación entre controladores y pilotos. Esto último es fundamental para tener comunicación con un avión que, por ejemplo, ya está volando cuando se produce dicho apagón y no puede detener su vuelo. 

Para el primer problema, los centros de control aéreo impactados aseguraron la continuidad de las operaciones programadas, apoyándose en sistemas de energía redundantes mediante generadores basados en grupos electrógenos previstos para este tipo de incidencias.

Dichos generadores tienen una autonomía de hasta cuatro días. “Margen de tiempo suficiente como para procurar de manera indefinida el suministro de combustible que les permite funcionar”, señala la compañía.

Comunicación por datos y voz

El segundo problema es más complicado, ya que el apagón afectó a los medios de enlace entre los radares y emisores de comunicaciones de Enaire con sus centros de control, que facilitan los proveedores de telecomunicaciones (Telefónica y Evolutio).

Por ello, la disponibilidad de la provisión de voz y datos que sustenta las comunicaciones aeronáuticas entre controladores y pilotos se vio afectada durante la crisis, especialmente a lo largo de la tarde y en algunos sectores del espacio aéreo de ruta gestionado en los centros de control.

Aquí, la “monitorización en tiempo real para saber dónde se caía el servicio o dónde hacía falta un técnico” ha sido fundamental, explican desde Enaire. Todo ello se llevó a cabo a través del comité de crisis de la empresa, en coordinación con Eurocontrol, Aena y las compañías aéreas.

Este comité decidió que para mitigar el impacto se adoptaran diferentes medidas de control de afluencia, limitando la capacidad siempre con el objetivo prioritario de garantizar la seguridad. La reducción temporal y preventiva de la capacidad en sectores de ruta, con restricciones preventivas en la capacidad, ha permitido una afluencia segura del tráfico aéreo.

Torre de control.

Torre de control.

De esta forma, se recuperó la operativa aérea en los tres centros de control de ruta inicialmente afectados por el apagón eléctrico (Madrid, Barcelona, Sevilla) con el 100% de la capacidad. De ahí que los aviones pudieran seguir despegando y aterrizando de los aeropuertos de Aena.

Cabe recordar que el suministro de datos, voz e información radar mediante los servicios que proporcionan los operadores de telecomunicaciones es esencial para la navegación aérea.

Enaire cuenta con una red de centros de comunicaciones tierra/aire que proporcionan cobertura radio en la mayor parte del espacio aéreo, y una arquitectura de nodos de la Red de Datos de Navegación Aérea (Redan) para comunicaciones tierra/tierra de voz y datos de las aplicaciones de navegación aérea.

Estos sistemas dan servicio a todas las posiciones de control de torre y aproximación, así como a las posiciones de control de ruta, soportando la totalidad de comunicaciones de datos involucradas en la gestión del tráfico aéreo. Del buen funcionamiento de estas comunicaciones se ocupan Telefónica y Evolutio, que fueron las ganadoras de una licitación pública.

Además del trabajo de Enaire, Aena también activó sus “comités de crisis” en todos los aeropuertos y el comité general de la red de aeropuertos desde el primer momento y mantuvo el contacto permanente con las aerolíneas y con Enaire. Los aeropuertos siguieron operando gracias a sus grupos electrógenos de contingencia.

El balance final fue que las compañías aéreas consiguieron operar el 94% de los vuelos previstos pese al apagón que se vivió en toda España. Se operaron 5.656 vuelos del total de los 6.000 previstos en el día de ayer. Es decir, sólo se cancelaron 344. Un dato bastante reducido en comparación con el de las cancelaciones de tren (que llegaron a afectar a más de 50.000 personas).