Imagen de un usuario de patinete compartido.

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Observatorio de la movilidad

El negocio de la movilidad como servicio despega: será un mercado de 660.000 millones en 2030

Un estudio de la Universidad de Berkeley señala que su impacto será importante para la reducción de emisiones en las ciudades.  

30 junio, 2022 03:44

Desde que los servicios de movilidad se comenzaron a popularizar siempre han tenido que enfrentarse con la misma incógnita: ¿existe un verdadero negocio en este segmento? La movilidad compartida, la micromovilidad, las suscripciones o las plataformas que aúnan diferentes opciones para moverse por las ciudades consiguieron despertar el interés de los usuarios durante la pasada década. 

Como pasó con todo el sector del transporte, la llegada de la pandemia puso en jaque sus estrategias y proyecciones. Un parón que abrió un periodo de selección natural que ha tenido como resultado diferentes procesos de consolidación tras un arranque en el que los participantes se multiplicaban.

Las compañías que han sobrevivido llevan dos ejercicios dando forma a sus procesos de maduración que ya han culminado, en algunos casos, en el anuncio de la llegada del punto de equilibrio a sus balances e, incluso, en salidas a bolsa. Ahora, un informe de la Universidad de Berkeley pone cifras concretas al potencial de este mercado.

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Según el estudio del Instituto de Transporte de la organización educativa californiana, los servicios de movilidad generarán ingresos anuales de 660.000 millones de dólares en 2030. Una cifra que pulverizará los 260.000 millones en ingresos que esta industria generó en 2020.

El reto de la congestión

Además del económico, el gran reto que todos estos nuevos servicios comparten al cambiar la propiedad de los vehículos por el pago por su utilización es la mejora de la congestión de las ciudades. Los expertos señalan que el reto de la reducción de emisiones puede alcanzarse en las dos próximas décadas con la electrificación de la movilidad. Donde no existe un consenso tan grande es en lo que tiene que ver con los atascos. 

En este sentido, el estudio destaca que es demasiado pronto para saber si los servicios reducirán la congestión con el tiempo. Para lograrlo, estos servicios deben captar el grueso de sus usuarios entre los que optan actualmente por desplazarse en sus vehículos personales. Pero también existe el riesgo de que los servicios de movilidad se queden con pasajeros del transporte público, lo que tendría un efecto contrario.

"La transición de personas a las bicicletas o los scooters podrían reducir la cantidad de automóviles en una ciudad. Del mismo modo, los viajes compartidos pueden contribuir a la congestión si los viajeros eligen estos servicios en lugar de optar por el transporte público", señala el informe.

Aunque la recuperación del transporte público tras los superar los peores momentos de la pandemia ya es sólida, la crisis generada por la Covid-19 ha aumentado la fragilidad y la vulnerabilidad de los operadores de transporte colectivo por la pérdida de ingresos experimentada estos años. En este sentido, el estudio indica que "cualquier cambio a largo plazo del transporte público a los viajes compartidos no solo podría privar a los sistemas del apoyo financiero necesario, sino que también provocaría congestión".

Impacto de estos servicios

Del mismo modo, el estudio del Instituto de Transporte de Berkeley señala que los servicios de movilidad transformarán significativamente la forma en que las personas se desplazan en las ciudades a nivel mundial, mucho más allá del transporte público tradicional y los automóviles privados. Un cambio que vendría con una segunda derivada positiva debajo del brazo: el mayor enfoque en la sostenibilidad y en la utilización de energías alternativas ayudará a reducir la contaminación.

En este sentido, los autores del estudio señalan que "al adoptar vehículos eléctricos a un ritmo más rápido que los propietarios de automóviles privados, los nuevos servicios de movilidad podrían mejorar la calidad del aire, reducir los niveles de ruido y reducir la huella de carbono de las ciudades". Un logro al que se puede sumar el efecto llamada de los usuarios que opten por comprar en propiedad modelos cero emisiones que ya han probado gracias a estos servicios.

Del mismo modo, el estudio ha encontrado diferencias regionales. Tras analizar América del Norte, Europa y Asia, se han detectado evoluciones a muy diferentes ritmos. Europa superará a Asia como el mercado de vehículos eléctricos de más rápido crecimiento, y Asia se convertirá en un mercado más grande para servicios como el uso compartido de bicicletas y ciclomotores.

De hecho, hoy día, el mercado asiático de micromovilidad es igual al de Europa y América del Norte combinados. Una diferencia que incluso se ampliará si se cumplen las proyecciones de cara a 2030. En definitiva, los servicios de movilidad afrontan una década en la que deberán confirmar que todas las expectativas se cumplen.