Representantes del gobierno en movilidad y del sector de la automoción han remarcado la importancia de llevar a cabo un diálogo entre las industrias implicadas para renovar el envejecido parque de coches y establecer un marco común de zonas de bajas emisiones para dar el paso a una movilidad sostenible.

La Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), Organización Empresarial de Logística y Transporte (UNO) y el Ministerio para la Transición Ecológica se dieron cita la semana pasada en un webinar organizado por la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (ANFAC) para discutir las claves sobre la descarbonización en la movilidad sostenible.

A juicio de los invitados, la Ley de Cambio Climático, aprobada el pasado 13 de mayo, supone un paso en la transición hacia la movilidad sostenible. Este proyecto recoge planes de instauración de zonas de bajas emisiones para las ciudades con más de 50.000 habitantes. Ante esta situación, los ponentes han remarcado su importancia de cara a fomentar una movilidad sostenible y que el consumidor tenga esta opción más cerca.

La nueva regulación, que afecta a 149 ciudades en el territorio español, representa una oportunidad para modernizar la movilidad urbana. Las zonas de bajas emisiones tienen por objetivo controlar las emisiones para frenar el efecto invernadero y mejorar la calidad del aire. Una actuación en la que, antes de su puesta en marcha, se espera que el Gobierno presente un documento de directrices que sirvan como guía a los ciudadanos.

Homogenización de criterios

En este sentido, Alfonso Gil, presidente de la Comisión de Transportes de la FEMP, aseguró que los fondos Next Generation “ayudarán” a incentivar esta transición. Asimismo, insistió en la importancia de simplificar los procedimientos de las zonas de bajas emisiones. “No puede ser que en Barakaldo se utilicen unos criterios distintos que en Bilbao”, asegura.

Ante la homogeneización de los criterios, Ismael Aznar, director General de Calidad y Evaluación Ambiental, recalcó que las ZBE pueden ser de “tipología distinta”, dependiendo el tipo de vehículos que se quieran limitar. Ya que, según su punto de vista, “todas deben tener unos mínimos comunes”.

Francisco Aranda, presidente de UNO subrayó el compromiso del sector logístico en la transición de la movilidad urbana. No obstante, aseguró que la industria necesita “rigor, diálogo y certidumbre” para la adaptación de sus servicios a esta nueva realidad.

Ante el reto que estos cambios suponen para los vehículos de reparto, detalló que el sector está comprometido con una digitalización de sus operaciones para “racionalizar” la distribución urbana. Asimismo, han instaurado sistemas de “última milla” que permiten que, una vez lleguen los transportistas a las ciudades, puedan recorrer el último tramo de su recorrido hasta los domicilios en bicicleta o utilizando otros vehículos cero emisiones.

Renovar el parque de coches

Además del reto de la homogenización, Alfonso Gil puso sobre la mesa otro gran reto para el país: España debe enfrentarse a la renovación de uno de los parques de coches más antiguos de Europa. Ante esta situación, los ponentes coincidieron en que los coches híbridos o enchufables deben facilitarse al consumidor en este periodo de transición.

José López-Tafall, director general de ANFAC, aseguró que “hay oferta suficiente de coches eléctricos, Por lo que ahora hay que conciliar la demanda de consumidor por medio del diálogo”. El representante de ANFAC asegura que “la cuota de mercado de los vehículos eléctricos y enchufables es del “6% y está subiendo”. Un indicador que permite que los esfuerzos ahora deben centrarse en “el hándicap de los costes de entrada y la disponibilidad de zonas de recarga”.

En este sentido, Francisco Aranda admitió que la logística vive un reto en cuanto a los transportes eléctricos, ya que “no hay suficientes que tengan características que se adapten” a sus servicios. No obstante, se comprometió desde su departamento a intentar “retirar los vehículos viejos” y proporcionar “incentivos a la electrificación”.

La importancia del diálogo

Todas las partes implicadas indicaron que el diálogo será el elemento clave para llevar a cabo la transición en la movilidad urbana. En línea con esto, Ismael Aznar asegura que es importante “saber el problema, lo que queremos conseguir y a partir de ahí tomar medidas”.

Como solución, el director general de ANFAC aseguró que el uso industrial de la automoción “es compatible con la descarbonización”. Por lo que apuesta por la conciliación entre organismos públicos y privados para “mantener la riqueza y el empleo” que actualmente genera este sector.

En la misma línea, Alfonso Gil explicó que España es un país puntero en automoción y eso no es más que una “oportunidad” para ser uno de los líderes en movilidad urbana sostenible. “Hay que hallar un concilio entre partes para no dejar escapar esta oportunidad”, ha concluido.

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