La campaña de la declaración de la Renta ya ha comenzado y los contribuyentes se están apresurando a hacer cuanto antes este trámite. Sin embargo, en algunas ocasiones, dada la complejidad de este proceso como consecuencia de las operaciones que se hayan realizado, durante el 2023, puede que los ciudadanos prefieran optar por que la renta se la haga una gestoría. 

En los casos en los que la declaración de la Renta puede tratarse de un trámite bastante tedioso, ya sea en el caso de que el contribuyente sea un autónomo, una pyme o que haya realizado operaciones durante el 2023, que son más complejas, algunos contribuyentes prefieren que la declaración del IRPF, lo haga un profesional. 

En estas situaciones, la mejor opción es acudir a un profesional, en este caso, una gestoría que realice el proceso de presentar la declaración de la Renta. Pero, elegir esta vía no siempre nos asegura que no haya ningún error en la renta que pueda acabar en una multa, ya que, esta situación también se puede producir, aunque acudamos a un experto. 

¿Qué pasa si la gestoría comete un error en la renta? 

La posibilidad de que un profesional como es un gestor nos presente la declaración de la Renta, no involucra que no pueda haber errores, aunque siempre, es más posible que haya más fallos si la hacemos por nuestra cuenta, sin tener mucho conocimiento. 

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En la mayoría de los casos, las personas que optan por elegir que sea una gestoría, la encargada de presentar la declaración de la Renta por ellos, normalmente, son trabajadores por cuenta propia, es decir, autónomos y pymes. 

Aunque, estas no son las únicas excepciones, ya que, algunos contribuyentes también optan por un experto para que les presente la declaración de la Renta. Sobre todo, en los casos en los que han hecho alguna operación más compleja durante el año anterior, como por ejemplo, comprar una casa u otras operaciones. 

Por tanto, lo que queda claro es que el hecho de recurrir a un profesional para que nos presente la declaración del IRPF, no siempre nos exime de que pueda haber errores en este trámite, que se pueden descubrir a posteriori. 

La multa de Hacienda cuando se detecta un error en el IRPF

La Agencia Tributaria es capaz de detectar fácilmente los errores en la declaración de la Renta. Y la primera acción que emprende Hacienda es multar al contribuyente por sus errores en este trámite. 

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El motivo de que el contribuyente sí que acabe recibiendo esta sanción es que el hecho de que una gestoría te presente la declaración de la Renta, no es una situación que exima a la persona de tener que hacer frente a esta multa o sanción.

Asimismo, el contribuyente puede reclamar responsabilidades a la gestoría. Debido a que según la Ley 58/2003, la gestoría figura como responsable solidario en el caso de que tenga lugar esta situación. 

Los errores más comunes en la declaración de la Renta 

Uno de los fallos más habituales a la hora de presentar la declaración del IRPF es no indicar de forma correcta el domicilio fiscal. La consecuencia de este fallo puede ser una multa, que acabe comparte del dinero que Hacienda nos iba a devolver. 

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De esta forma, no indicar de forma correcta el domicilio fiscal será una de las primeras cosas que tendremos que mirar, a la hora de empezar a hacer la declaración del IRPF. Dado que se trata de una información muy importante para poder localizar al contribuyente, ya sea una persona física o jurídica.

Un error a la hora de indicar el domicilio fiscal, puede parecer una tontería, pero suele tener como consecuencia una multa de Hacienda de hasta 100 euros. Entonces, en el caso de haber cambiado de domicilio y no haber incluido la nueva dirección en la renta, esto ya implicaría multa. 

Asimismo, los errores en la autoliquidación de la declaración de la Renta pueden conllevar multas que oscilan entre los 150 euros y los 250 euros. 

Por tanto, la Agencia Tributaria se fija al detalle en cada información aportada, así como en cada casilla marcada o no. Por lo que, teniendo en cuenta que Hacienda se fija en el más mínimo detalle, lo mejor es no equivocarse.