Dos hombres cierran una operación.

Dos hombres cierran una operación. cottonbro studio, Pexels.

Fondos de inversión

El capital riesgo se desangra entre pobres rentabilidades y ventas de empresas sin cerrar

Gigantes como el sueco EQT y supervisores como la CNMV empiezan a lanzar avisos sobre el dudoso futuro del sector del capital privado.

Más información: El analista más antiguo de los Urquijo en La Muza monta su propio fondo de bolsa

Publicada

Las claves

El sector del capital riesgo atraviesa dificultades por bajas rentabilidades y operaciones de venta de empresas que no logran cerrarse, a pesar de la estabilización de los tipos de interés.

Aunque el número de gestoras y fondos alternativos sigue creciendo en España, muchas firmas jóvenes no consiguen captar suficiente capital y se ven obligadas a liquidarse prematuramente.

Desde 2022, el capital privado enfrenta un frenazo debido a la inestabilidad geopolítica, menor atractivo para salir a bolsa y dificultades para levantar nuevos fondos.

Los fondos de capital riesgo más antiguos en España presentan una rentabilidad media anual del 10,2%, frente al 1,2% de los de reciente creación, reflejando el deterioro del sector.

El sector del capital riesgo se desangra lentamente entre pobres rentabilidades y operaciones de participadas en venta que no logran cerrarse. Los tipos de interés se han estabilizado, aspecto que ha venido bien a la industria, pero la inestabilidad geopolítica, el menor atractivo para salir a bolsa y la dificultad para levantar nuevos fondos está provocando que el frenazo del capital privado se alargue.

La realidad es divergente. El sector de los fondos alternativos, con el capital riesgo a la cabeza, sigue creciendo en número de gestoras y vehículos. Las bancas privadas distribuyen cada vez más fondos de capital privado entre los altos patrimonios, y las entidades están empezando a dirigirse a los minoristas gracias a las nuevas normas europea y española que lo habilitan desde 10.000 euros con varias condiciones.

Pero, al mismo tiempo, las fusiones y adquisiciones de empresas están desacelerándose; las salidas a bolsa, estancadas; y muchos fondos de reciente creación se liquidan a las primeras de cambio por no lograr levantar lo suficiente, ni siquiera en su primer cierre.

Tras los máximos históricos que vivió el capital privado en 2020 y 2021, desde 2022 -cuando los tipos de interés subieron con mucha fuerza y rapidez- todo se ha complicado. Y no parece que la foto vaya a cambiar a corto plazo.

Uno de los grandes protagonistas de la industria ha alzado la voz y ha removido conciencias. Per Franzén, CEO del gigante sueco EQT Partners, aseveraba en una entrevista reciente con Financial Times que "el 80% de los grupos de capital privado podrían convertirse en empresas zombis en la próxima década, sobreviviendo sólo para gestionar su cartera existente, al no poder levantar nuevo capital".

"Sólo unas 5.000 de las más de 15.000 firmas de capital privado que existen en la actualidad lograron levantar dinero nuevo en los últimos siete años", recordaba. Las dudas globales, obviamente, también empiezan a sembrar el caos en España.

En un artículo de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) elaborado por María Dolores Santiago y Gema Pedrón que lleva por título 'Evolución de las entidades de capital riesgo entre 2013 y 2024', las autoras ponen de manifiesto que, durante este periodo, el sector ha experimentado un crecimiento de cuatro veces en el número de entidades y patrimonio, situándose en 1.256 y 47.859 millones de euros, respectivamente.

Rendimientos a la baja

Tanto es así que este crecimiento también se refleja en su peso relativo sobre el PIB de España, que ha pasado del 0,85% en 2013 al 3,01% en 2024. Mientras que el apalancamiento de los fondos españoles de capital riesgo sigue contenido, habiendo oscilado entre un 5,1% y un 8,8% del patrimonio en el último lustro, con un 5,3% en 2024.

Sin embargo, el artículo del supervisor español de los mercados pone una bandera roja en los rendimientos de los fondos. En pleno auge, su comportamiento cada vez es peor.

El análisis de su rentabilidad muestra diferencias notables entre las entidades más antiguas y las más jóvenes. El rendimiento medio anual estimado de las primeras ha sido del 10,2%, frente al 1,2% de las segundas. Esto es, la última hornada de fondos de capital riesgo con sello made in Spain ha sido 8,5 veces menos rentable que sus predecesoras.

Y todo esto en un entorno donde las bolsas cotizan de máximo en máximo -por ejemplo, el Ibex 35 ha superado el techo histórico de los 16.000 puntos-, y en el que los bonos a diez años de países desarrollados como Reino Unido, Estados Unidos, Francia, Italia, España o Alemania pagan una TIR de entre el 4,47% y el 2,67%, lo que resta atractivo a los activos privados e ilíquidos.