Blast, un club de inversión en startups exclusivas que fue fundado en Francia y que el canario ha implantado en España, abrió el lunes el acceso con 2.000 membresías en juego. La popularidad en redes sociales de este joven empresario hizo que unas 23.000 personas, 11,5 veces más que las plazas ofertadas, se preinscribieran en su lista de espera para cubrir los dos millares de accesos preestablecidos.

En Francia, la primera edición se agotó en cuestión de minutos. En total, el club originario del país galo cuenta con 2.500 miembros. España rondará esos números e, incluso, puede que los supere.

[Menos del 1% de los unicornios tiene ingresos y liquidez suficientes para garantizar su supervivencia]

En conversación con EL ESPAÑOL-Invertia, Buerbaum avanza que él coinvertirá entre 5.000 y 20.000 euros en cada startup que pase el corte de la comunidad, en función de las métricas, el potencial de crecimiento y el sector en el que opere la empresa en cuestión. La primera oportunidad de inversión se presentará a los socios antes de Navidad o inmediatamente a la vuelta de este periodo vacacional.

Blast ha limitado a 2.000 personas la capacidad del club “para no sobredimensionar las rondas de financiación” y “no diluirnos por debajo del 5% en posteriores rondas”, ya que, como recuerda Buerbaum, es el suelo mínimo de una participación a partir del cual se aplica la exención para las rentas positivas generadas por la inversión en capital riesgo.

La carta de presentación de Worldca$t

Buerbaum ha ganado mucha notoriedad gracias a su podcast Worldca$t, donde ha entrevistado a personajes tan variopintos como Alvise Pérez, Santiago Abascal, el 'Pequeño Nicolás', José Elías (Audax Renovables), Dani Desokupa o Juan Ramón Rallo.

El ideólogo de Blast fue Thomas Rebaud, exCEO de la empresa unicornio europea Meero. Las startups presentadas a los miembros cada mes se someten a un proceso de análisis y selección riguroso. Menos del 0,5% de los proyectos que han sido examinados por el equipo de Blast en Francia de manera mensual han sido calificados y elegibles para los miembros en el país galo.

El club retiene las una o dos mejores oportunidades cada mes en sectores como software, marketplaces, e-commerce, moda o deportes, entre otros, para garantizar una cartera “muy completa y diversificada”.

Para cada inversión, Blast reúne a sus inversores en una entidad de inversión especializada llamada SPV (special purpose vehicle) que asocia las acciones de todos y opera en nombre del club, con un asiento en el consejo de administración de la empresa objetivo.

La meta de Blast es invertir entre 50 y 100 millones de euros anuales en su ecosistema de startups tecnológicas, dando la posibilidad a los particulares de coinvertir entre 1.000 y 50.000 euros por empresa.