Carteles electorales de Le Pen y Macron en las anteriores elecciones de 2017.

Carteles electorales de Le Pen y Macron en las anteriores elecciones de 2017. Reuters.

Fondos de inversión

Los inversores hacen campaña por Macron, aunque una victoria de Le Pen no sería catastrófica para los mercados

Las manos fuertes del mercado se protegen a corto plazo escorándose hacia Alemania y vendiendo euros, pero están tranquilas a largo plazo.

8 abril, 2022 03:03

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Este domingo será la primera vuelta de las elecciones presidenciales francesas de 2022. La segunda vuelta será dos semanas después, el 24. Las encuestas dan como ganador a Emmanuel Macron, aunque con Marine Le Pen acortando distancias a medida que se acerca la fecha clave.

En este contexto, las firmas de inversión, que son quienes manejan los ahorros de los europeos, hacen campaña por el liberal, aunque asumen que una victoria de la populista de extrema derecha no sería tan catastrófica para los mercados como sí lo hubiese sido en 2017.

“Los mercados no contemplan las elecciones francesas como un evento clave, al contrario de lo que ocurrió en 2017. Le Pen ya no quiere que Francia abandone la eurozona, por lo que el riesgo de ruptura de esta parece ser bajo”, tranquiliza François Rimeu, estratega sénior de La Française Asset Management. Pero que no preocupe a los inversores no significa que no sea de calado para la economía y política de Europa.

Haría más incierto el desarrollo económico dentro de la zona euro. “Habrá que volver a discutir las políticas de inmigración, se cuestionarán las políticas fiscales, cambiarán las relaciones diplomáticas, etc. A primera vista, no parece ser positivo para el crecimiento potencial europeo en el futuro”, se teme Rimeu.

Las esperanzas están puestas en el actual presidente de Francia. Según Pietro Baffico, economista de abrdn, “la reelección de Macron sería bien recibida por los mercados financieros, ya que implicaría una continuidad política, algunos avances más en la agenda de reformas, posiblemente una mayor integración en la UE y un intento renovado de abordar la reforma de las pensiones”.

En caso de que uno de los candidatos populistas resulte elegido, lo que incluye a Éric Zemmour, los activos franceses probablemente se verían afectados. “Esperaríamos ver una ampliación de los diferenciales de los bonos soberanos franceses y un rendimiento inferior de los valores de renta variable y de crédito franceses de ámbito nacional”.

Sin embargo, puntualiza Baffico, “teniendo en cuenta que los populistas se han apartado de los puntos de vista euroescépticos de línea dura, las consecuencias serían probablemente menos extremas que si hubieran aparecido en 2017, o lo que vimos después de las elecciones italianas de 2018”.

Una economía 'blindada'

Para hacerse idea de lo que, a grandes rasgos, comprende la bolsa gala, el estratega de mercados globales de eToro, Ben Laidler, lo resume en una decena de títulos. El mercado de Francia está dominado por acciones globales de lujo como LVMH, Hermès y Kering. El segundo sector es el industrial, con Schneider, Airbus y Vinci, y nombres de defensa como Thales. Los bienes básicos, como L'Oreal, y las finanzas, como BNP Paribas, también están bien representados.

“Al igual que en Europa, las valoraciones son poco exigentes, con un PER a 12 veces los beneficios, con un crecimiento de ganancias decente del 10%. La mayoría de los ingresos provienen de fuera de Francia, lo que convierte la debilidad del euro en un importante apoyo competitivo”, sostiene Laidler.

Tono optimista que igualmente muestran François Cabau y Hugo Le Damany, economistas especializados en la eurozona del equipo de análisis macro de AXA Investment Managers. En el peor de los escenarios, Francia tendrá un buen desempeño por tres razones: “su economía relativamente cerrada e intensiva en servicios, su menor dependencia de los combustibles fósiles y la mitigación material de la política fiscal que amortigua los altos precios de la energía”.

En todo caso, y como protección táctica frente a la volatilidad de los primeros compases, Rimeu, de La Française, reconoce que “hemos ajustado nuestras carteras en vista de las elecciones reduciendo nuestra exposición a la deuda pública francesa, aumentando nuestra exposición a Alemania y vendiendo euros frente a dólares”. A largo plazo, sin embargo, Francia debería seguir con el mismo aura que irradia hoy, ocupando el liderazgo dejado por Angela Merkel.