Esta es la tercera ampliación que el grupo mutualista galo hace en su banco español en pocos años. En 2017, tras desligarse del Banco Popular, que le vendió el 49,98% que no tenía de Targobank justo antes de su quiebra, ya realizó una inyección de 150 millones. El año pasado, el de la pandemia, llevó a cabo otra por importe de 40 millones.

Targobank se centra ahora en crecer en uno de los segmentos más rentables para la gran banca con el entorno de tipos de interés ultrabajos, el de los fondos de inversión y la banca personal (o privada). En este sentido, a comienzos de este año fichó en Banco Caminos-Bancofar a dos directivos que son quienes están pilotando este nuevo proyecto: Valentín Ibáñez y Lucas Fernández.

Como ha podido conocer Invertia de fuentes próximas al banco francés, con estos 50 millones se pretende lanzar en los próximos meses nuevas soluciones de inversión: gestión discrecional de carteras, unit linked, fondos de terceros… También se quiere abrir una red paralela de agentes financieros. Por ahora, Targobank está operando en régimen de asesoramiento financiero no independiente o puntual, en términos de MiFID II.

La red de oficinas está empezando a comercializar fondos de la gestora internacional que el grupo posee en Estrasburgo, Crédit Mutuel Asset Management. Bajo su paraguas, que aglutina 112.000 millones de euros bajo gestión, hay boutiques de fondos como Banque de Luxembourg Investments, CIC, Cigogne Management, CIC Private Debt y Dubly Transatlantique Gestion.

500 millones en tres años

Uno de los productos que más éxito está teniendo es el CM-AM Global Leaders. Este fondo invierte en empresas internacionales cuyo liderazgo se basa en la solidez de la marca o modelo de negocio, una fuente de creación de valor para el accionista.

También tienen productos destacados en temáticas como la renta variable europea (small & mid caps, growth…), la silver economy, los activos monetarios o el oro.

De acuerdo a estas fuentes, los dos nuevos ejecutivos cogieron la banca privada de Targobank con apenas 30 millones de euros y su plan de negocio pasaría por alcanzar los 100 millones este año y superar los 500 millones a tres años vista.

El banco, que va a estrenar en la Gran Vía de Madrid su nueva flagship store, busca asentar su red de oficinas en unas 100 tras el ERE y el cierre de sucursales acometido en 2020, concentrando localizaciones existentes en sucursales de referencia más grandes, con un aspecto más moderno e informal, centradas en el asesoramiento y no la mera venta de productos financieros.

En este plan se contempla que, en el centenar de oficinas resultantes, haya más de 50 asesores financieros. El modelo de referencia a seguir es el de la filial de Crédit Mutuel en Alemania, país en el que el grupo mutualista entró con la compra de Citi.