Los buenos hedge funds escasean. Pero… ¿y si le dijeran que uno de los mejores es español y está al alcance de su mano? El producto en cuestión es Rho Investments SIL, de Quadriga Asset Managers. Para quien aún no se lo termine de creer, su resultado en el año de la pandemia: subió un 18%. Su lema es "ganar mucho y perder poco" y, en consecuencia, su director de Inversiones, José Mosquera, lanza un aviso a navegantes para el año en que la recuperación debe tornarse en realidad: "Invertir en bonos de gobierno es como recoger calderilla en la vía del tren".

La renta fija pública europea, que es el activo con el que tradicionalmente el inversor español empieza a componer su cartera, tiene poco o ningún valor. Es más, el riesgo de pérdida si suben los tipos (sumado al exiguo cupón) es mayor que el potencial de ganancia, y un alza en el precio del dinero comienza a tomar forma en el imaginario colectivo viendo los últimos datos de inflación. Aunque aún está en terreno negativo, el euríbor lleva dos meses consecutivos subiendo.

Con este dilema, y teniendo en cuenta la incertidumbre económica que hay por culpa de la Covid-19, los gestores de fondos se afanan en encontrar la fórmula del éxito. Parece que la de Rho va por buen camino, habida cuenta de sus 85 millones de euros en activos bajo gestión si se suma su réplica en SIF luxemburgués. "Trabajamos el concepto de asimetría de las inversiones y la opcionalidad. Pedimos que un activo tenga un catalizador definido en un horizonte temporal, con una pérdida definida ex ante. Gracias a la prima que pagamos por la opción financiera, nos protegemos y, además, tenemos un potencial de subida (upside) ilimitado", explica Mosquera en una entrevista con Invertia.

Ese upside lo juega el fondo a través de diferentes horizontes temporales, donde caben subestrategias como los trades de corto plazo, el deep value para los cambios de ciclo o las megatendencias para el largo plazo. El objetivo de Rho es dar una rentabilidad anual del entorno del 9% con la mitad de volatilidad de la renta variable.

En los últimos años, que no han sido nada fáciles para los inversores, sobre todo el 2018 y el 2020, Mosquera y el resto de su equipo han logrado pegarse al objetivo, con un rendimiento anual de entre el 7% y el 8% y entre un 30% y un 45% de la volatilidad que tuvo la bolsa.

Qué funcionó en 2020…

Si todavía no se hace idea de a qué atenerse con este hedge fund patrio, podría decirse que sus competidores son los populares fondos perfilados de la banca. "Rho Investments es el equivalente a tener un fondo de fondos en cuanto a diversificación de riesgos, pero más eficiente en comisiones al ser single manager", defiende su director de Inversiones.

El gestor reconoce que es muy activo -y flexible- a la hora de simultanear o saltar entre subestrategias: deuda en dificultades (distressed), reestructuraciones corporativas, mercado de crédito…

Una mujer con mascarilla FPP2. Reuters

El año pasado, esa flexibilidad fue lo que le hizo desmarcarse del resto y evitar las pérdidas, con una nota de sobresaliente. "Funcionó el estricto control del riesgo, gestionamos bien las correlaciones y la liquidez. En un mercado que se rige por criterios macro, no puedes estar invertido en valores que se rigen por criterios micro", cuenta Mosquera.

En un primer momento, cuando la pandemia se desató y cundió el pánico, pasaron gran parte de la cartera de valores a opciones y el resto lo pusieron en activos "más predecibles", como los bonos AT1 del sector bancario. Después, pasado el peor momento, volvieron a comprar valores más cíclicos pensando en la recuperación: entraron en papeleras como Ence o Altri, apoyaron la ampliación de capital de IAG, compraron Repsol esperando una mejora del petróleo, así como acciones de bancos en previsión de que se liberara el dividendo y hubiera operaciones de fusión o adquisición (M&A, en inglés) entre ellos. "Tuvimos una mentalidad de poptrader", asegura Mosquera con retrospectiva.

… y qué esperan de 2021

Desde Rho se muestran "más cautos" con la segunda mitad del 2021. "En primer lugar, no tenemos demasiada visibilidad después del verano. En segundo lugar, si esta recuperación es sostenida en el tiempo, ¿se van a retirar los estímulos de los bancos centrales y cómo va a hacerse?", se pregunta Mosquera.

Paneles solares.

"En Europa no va a haber una inflación como en Estados Unidos, pero al mercado le empieza a preocupar. No estamos muy expuestos a la sensibilidad de tipos", aclara el gestor. En todo caso, "mientras la subida de la curva no sea muy dura, con una subida muy gradual y controlada, sería bueno para los bancos". Según anticipa, "en la segunda parte del año vamos a tener caja para situaciones de deuda distressed, ya que algunas empresas van a tener dificultades para financiarse o refinanciar deuda, sobre todo en 2022".

DAX y renovables

Entre sus apuestas favoritas está el DAX alemán: "Las subidas de tipos le afectan menos, mientras que la reapertura del comercio mundial le beneficia como a un emergente pero con menos volatilidad que un emergente". También el sector de las energías renovables de forma estructural y progresiva. "Hay impulso regulador por el sector y opcionalidad de M&A, con pequeñas empresas del sector que se van a ver integradas en otras mayores", apunta.

Preguntado por los altos precios actuales de las cotizadas de renovables, es consciente de que "hay un riesgo de burbuja y lo mejor es la selección de valores para entrar en ellas cuando haya correcciones". En su radar están Solarpack o EDPR, con un alto potencial pero entrando a los precios adecuados. Si bien es cierto que las tires de los proyectos renovables van reduciéndose a medida que más compañías explotan el sector, también lo es que estas cotizadas tienen más potencial de subida en relación con otros nichos de la bolsa.

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