En apenas unas semanas, el 3 de abril, comienza la campaña de la Renta para el ejercicio 2023, en la cual todos los autónomos estarán obligados a presentar la declaración. Tendrán que hacerlo hayan registrado ganancias o pérdidas, en tanto que la Agencia Tributaria no dispone de toda la información de su actividad.

Asimismo, el porcentaje de los gastos de difícil justificación se eleva del 5% al 7%. Como recuerda Antonio Gallardo, experto de Banqmi, a este concepto "sólo tienen derecho los autónomos que realicen actividades profesionales, no empresariales, y que lo han por el régimen de estimación directa".

De manera general, los trabajadores por cuenta propia podrán deducirse en la declaración de la Renta las cuotas que abonan a la Seguridad Social. Igualmente, la compra de un vehículo también podrá deducirse, siempre y cuando se pruebe que se trata de una herramienta que se usa para el trabajo.

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En el caso de los nuevos autónomos, en el primer año estos trabajadores por cuenta propia podrán deducirse el 20% de sus beneficios.

Por su parte, los inversores también tendrán que rendir cuentas ante el fisco, aunque no en todos los casos. Tendrán que hacerlo tanto si registran o no ganancias, aunque están exentos aquellos que sólo han tenido pérdidas y estas ascienden a los 500 euros.

También se verán obligados en caso de que los rendimientos del capital inmobiliario, los dividendos de acciones, las ganancias patrimoniales y los reembolsos de participación en fondos de inversión que están sometidos a retención o ingreso en cuenta superen los 1.600 euros.

Es importante destacar que Hacienda también vigila las operaciones con criptomonedas. Cualquier persona que presenta la declaración de la Renta está obligada a incluir este extremo, ya se trata de ingresos por el intercambio de divisas digitales, por su minería o por generar intereses al tenerlas en un depósito.

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En el primer caso, la Agencia Tributaria también obliga a cualquier persona que, aun no estando obligada a presentar la declaración, haya obtenido beneficios por encima de 1.000 euros.

Desde que entrara en vigor la nueva Ley de Vivienda, las deducciones por alquiler cambiaron. De manera general, la reducción será del 50% (en lugar del 60% anterior), aunque existen supuestos que mejoran la reducción, como rebajar el precio en las zonas tensionadas, alquilar la vivienda a jóvenes entre 18 y 35 años u ofrecer el inmueble a una administración o entidad sin ánimo de lucro.