El precio de la vivienda en alquiler sigue subiendo. Según Idealista, el precio medio se ha situado en 11,9 euros el metro cuadrado en noviembre (un 9,2% más respecto al mismo mes de 2022). Mientras que Pisos.com sitúa dicho precio en 11,10 euros (una subida interanual del 6,95%).

Conviene recordar que una de las medidas que incluía la Ley de Vivienda (que entró el vigor el pasado mes de mayo) era la limitación de la subida de los precios del alquiler. Antes de dicha ley, el Gobierno ya había limitado el precio del alquiler.

Así, y durante 2023, la actualización de los precios del alquiler fue del 2%. Por tanto, no se hizo teniendo en cuenta la Ley de Arrendamientos Urbanos. Según la LAU, cada vez que el contrato cumplía un año, se tenía que actualizar la renta. Y el índice que se tenía en cuenta era el Índice de Precios al Consumo (IPC).

¿Cuánto subirá el alquiler en 2024?

Antes de aprobar la Ley de Vivienda, el Gobierno desarrolló una serie de medidas para paliar los efectos de la guerra en Ucrania. Una de ellas fue la desvinculación de las renovaciones de los alquileres de vivienda al IPC.

Fue así porque, en 2022, el IPC se había disparado: de media, lo hizo un 8,4%. Por eso, y desde abril de 2022 y hasta el 31 de diciembre de 2023, se limitó la subida al porcentaje que recoge el Índice de Garantía de Competitividad (IGC).

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La medida tenía como razón de ser dar un respiro a los bolsillos de los inquilinos. Por eso, se estimó que, en 2024, dicha subida sería del 3%. Para 2025, se espera tener en marcha un nuevo índice de referencia para la actualización anual de los contratos de alquiler de vivienda.

El precio mensual de dicho alquiler medio en España es de 1.190 euros. Al aplicar la subida máxima del 3%, esa cantidad subiría 35,7 euros mensuales (428,40 euros anuales); de aplicarse el 3,2% del IPC de noviembre, esa cifra aumentaría 38,08 euros al mes (456,96 euros anuales).

El escaparate de una inmobiliaria con pisos en alquiler Europa Press

Por tanto, una diferencia de 2,38 euros mensuales que, multiplicados por 12 meses, supondrían una merma de 28,56 euros para los propietarios. Eso sí, habrá que esperar a ver cómo evoluciona el IPC durante 2024, que es cuando se aplicará la subida.

Si la inflación subiera, esas cantidades aumentarías. Pero podría darse el caso de que la inflación continuará cayendo, por lo que habría que ver si el propietario acaba aplicando el IPC o el límite del 3%.

¿Qué otros cambios hay?

No es el único cambio que limitará los ingresos de los caseros de vivienda en alquiler. Si se trata de alquiler nuevo, tendrán que pagar los honorarios de una agencia en el caso de que acaben recurriendo a ella.

Y otra medida que tendrán que tener en cuenta es que, si deciden poner en el mercado su vivienda, podrán hacerlo al precio que consideren oportuno. Eso sí, hay una excepción: en el caso de que su comunidad autónoma o ayuntamiento hayan declarado la zona como tensionada, no podrán hacerlo.

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En este último supuesto, el precio de referencia será el del último contrato más una actualización del 3%. Si la casa lleva cinco años o más sin alquilar, el precio será el que fije el índice de contención que elaborará el Instituto Nacional de Estadística (INE) o el de la autonomía, en este caso, validado por el INE.

Asimismo, no podrán cargar a su inquilino los gastos de la vivienda como el IBI o las tasas de basura. También es importante reseñar que la Ley de Vivienda establece rebajas fiscales en el IRPF para aquellos que rehabiliten viviendas, alquilen a menores de 35 años o rebajen su alquiler un 5% respecto al último contrato.

¿Y qué sucede con la renovación de los contratos?

En principio, 2024 será la fecha de conclusión de miles de contratos. Sin embargo, esta situación podría no darse para más de 150.000 contratos de alquiler que podrían prorrogarse tres años más. Así lo estiman desde Alquiler Seguro debido a una modificación de la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) que fue publicada el 5 de marzo.

Dicha modificación lo que hizo fue cambiar los preavisos en el alquiler. De esta manera, pasaban de ser de 30 días de preaviso por cualquiera de las partes, a cuatro meses en el caso de que el arrendador no quisiera renovar, y de dos meses si es el inquilino el que no deseara continuar en la vivienda.

Por tanto, si el arrendador no comunica a su inquilino con cuatro meses de anticipación que no quiere renovar el contrato de alquiler, más de 150.000 contratos podrían prorrogarse tres años más. Eso sí, siempre y cuando el contrato finalice a partir del 6 de marzo de 2024 y no reciban este preaviso a partir del 6 de noviembre de este mismo año.

En el caso de los propietarios, tendrán que actualizar la renta del alquiler como mucho un 3%. Y no podrán cargar gastos que no están incluidos en el contrato.