La búsqueda de opciones de inversión alternativa para arañar la rentabilidad que muchos activos tradicionales están lejos de poder ofrecer ha llevado a muchos inversores a tomar posiciones en el sector biotecnológico. Los gestores Juan Martínez y Armando Cuesta, responsables del fondo temático Abante Biotech, dan las claves de esta estrategia.

Uno de los puntos que destacan es su evolución frecuentemente al margen de los grandes titulares del mercado y los datos macroeconómicos más gruesos. En este sentido, Martínez destaca que la volatilidad suele ser beneficiosa para su fondo. “Deseo que Donald Trump escriba tuits cada día porque eso lo que nos da son oportunidades de trading muy buenas”, llega a comentar.

Otro factor determinante en el sector de la biotecnología es la abundancia de operaciones corporativas, ya que mucha masa del mismo está compuesta por empresas de pequeño tamaño y startups. En este sentido, aunque el lanzamiento de opas suele tirar al alza de la cotización del sector, los gestores señalan que su verdadero objetivo es apostar por empresas que puedan crecer en solitario “porque el potencial de que vayan por sí solas es de multiplicar por varias veces tu inversión al cabo de varios años”.

Además, comentan que en este sector es muy importante ver si un fondo de inversión está realmente haciendo gestión activa o se limita a replicar índices con algún factor de maquillaje. “Si de verdad tienes el conocimiento y el arbitraje que puedes aplicar para obtener mejores retornos a lo largo del tiempo, lo vas a demostrar”, comentan mientras señalan que este año sacan 20 puntos de ventaja a su referencia.

El fondo Abante Biotech tiene una cartera que supera el 60% de exposición a EEUU. Una situación que Cuesta achaca a que, “a pesar de tener una muy buena ciencia en Europa, no somos capaces de trasladar esa ciencia al ámbito privado”. Una situación que prevé que se mantenga en el tiempo y siga imponiendo que el foco se desplace al otro lado del Atlántico.