Marie Kondo está expandiendo una epidemia de orden desde las pantallas de hogares de todo el mundo. Hace apenas unos días que Netflix estrenaba el documental de ocho capítulos en los que la risueña japonesa divulga la filosofía minimalista que lleva compartiendo en sus libros superventas desde 2014.

Su premisa es que una vida ordenada es una vida feliz. En cada episodio Marie Kondo invita a los participantes de su método a ser conscientes de todas sus posesiones para enfrentarse a la cantidad de cosas que acumulamos a lo largo de los años. Muchos descubren objetos que ni recuerdan poseer y otros se encuentran rememorando momentos que creían olvidados entre las montañas de cajas acumuladas en garajes, armarios y habitaciones. 

El proceso es simple, al menos en principio. El método konmari establece que puedes quedarte con aquello que te haga feliz y que debes desechar lo que sea prescindible despidiéndote de la prenda o del objeto y agradeciéndole el servicio prestado. Sí, así es, Marie Kondo te obliga a hablar con objetivos inanimados para tratar de que seas consciente de la relación que te ha unido, o te une, con esa pertenencia. 

Es curioso ver cómo en esta locura del orden que ha desatado Netflix la gente se encuentra frente a sus camisetas y zapatos preguntándose si le hacen feliz. Pero el caso es que las prácticas que comparte Marie Kondo también pueden resultar beneficiosas a la hora de ahorrar tiempo, dinero y estrés... a tus finanzas personales. 

1. ARMONÍA FINANCIERA

Los ideales japoneses de orden, armonía, limpieza y austeridad son la base de la vida en el país del sol naciente. Unas ideas que Marie Kondo trata de contagiar a quienes se unen a su método haciendo que los participantes se den cuenta de que tienen que empezar a apreciar lo que tienen en vez de sentir constantemente que necesitas más cosas. 

Compramos mucho, lo guardamos todo y tiramos poco. Viendo el documental de Marie Kondo es fácil darse cuenta de la gran cantidad de dinero que gastamos en cosas que luego no utilizamos.

Su forma de ordenar tiene dos premisas: las cajas transparentes y la colocación vertical de los objetivos. Así podemos ver claramente todo lo que poseemos y evitar volver a comprar cosas que ya teníamos. Tras participar en la experiencia, algunas de las familias que aparecen en el documental se muestran decididas a evitar las compras por diversión y a tratar de realizar un consumo responsable. 

"Tus productos deben estar alineados con tus objetivos, con tu forma de vida y con unas expectativas razonables"

Tus armarios lo agradecerán, y lo mismo ocurrirá con tus ahorros y tus inversiones. Debes tenerlos ordenados para ser consciente de lo que tienes, entendiendo la utilidad que poseen en tu situación financiera para saber si esos productos o esas acciones son los que necesitas para tus propósitos, si nuestras expectativas son razonables y si hay inversiones o productos ineficientes o que sobran. Es decir, tus productos deben estar alineados con tus objetivos y con tu forma de vida. No es lo mismo invertir pensando en la jubilación que para comprar un coche, por lo que debe existir una armonía entre tus ahorros, tus inversiones y tus metas. Como subrayan desde Fonditel, "la planificación del ahorro tiene que formar parte de nuestra cultura financiera". 

2. EL TIEMPO Y LA DISCIPLINA SON DINERO

Mantener ordenada una casa no es una tarea sencilla. Requiere de tiempo y de paciencia. Algo que se complica para las familias que deben compaginar el cuidado de su casa con el trabajo y los niños.  

El método de Marie Kondo también nos ayuda a gestionar mejor el tiempo. La japonesa recuerda que si todo está ordenado invertiremos muchos menos minutos en encontrar lo que sea que estemos buscando. Esta premisa es igualmente aplicable y válida para tus ahorros. Debes tener orden y control en todos los productos que tengas para seguir su evolución, saber si son lo que te convienen y, de manera clave, para afrontar la futura declaración de la renta sin llevarte sorpresas y sin dejarte nada.

Para las familias con hijos pequeños, como es el caso de la propia japonesa, Kondo tiene una recomendación clara: involucrar a los niños en las tareas y hacerlo de una forma divertida para que así ellos mismos le cojan el gusto a ordenar. Además, para que el método funcione se requiere de constancia. Hay que seguir los pasos poco a poco, dividendo las tareas en días y aprovechándolas para pasar tiempo en familia. Sin prisa, pero también sin pausa, ir introduciendo a los niños en los conceptos vinculados con el dinero y el ahorro les ayudará no solo a entender el funcionamiento del hogar, sino también a ir familiarizándose con términos que serán importantes en su vida. 

Además, la constancia y la disciplina también serán fundamentales en tus finanzas para evitar que los impulsos y las improvisaciones tomen el mando. La tecnología está de tu parte para que lo puedas hacer. Hay aplicaciones y programas informáticos que te pueden ayudar a poner orden y tener el control de tu dinero. 

3. ORDENAR ES BUENO PARA LA SALUD Y PARA TU DINERO

La premisa que defiende el documental es que el desorden y el caos provocan estrés y que un enfoque minimalista puede ayudarnos a llevar una vida más feliz y realizada. De hecho, hay estudios que demuestran la relación entre el desorden y el estrés, y que vivir en un ambiente ordenado es positivo para la salud. Un informe de 2010 descubrió que las personas que tenían la casa desordenada "mostraban mayores niveles de cortisol, la hormona del estrés", según la revista de divulgación Psychology Today. 

"Sin orden, sin planificación, tus finanzas de dominarán a ti, en vez de tú a ellas, y te causarán estrés"

La gestión de las finanzas personales también puede causar estrés. Por eso es bueno dominarla, tenerla controlada y entender bien lo que tenemos y lo que queremos, así como los riesgos asociados a esas aspiraciones, para evitar que sean nuestras finanzas y los agobios derivados de una mala gestión los que nos dominen y nos disparen el estrés. 

Marie Kondo defiende que ordenar es una actividad que ayuda a relajarse y que saber ubicar nuestras cosas fácilmente nos ahorra frustraciones innecesarias. Así que ordena tu casa, pero también tu cartera. Te hará más feliz. Y te ahorrará tensión y disgustos.