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Mis finanzas

Cómo ganar el doble ahorrando lo mismo: la magia de invertir a largo plazo

Ahorrar es muy diferente a invertir. Y hacerlo a largo plazo hace crecer nuestro dinero de manera silenciosa incluso con una rentabilidad mínima. Te mostramos con un caso práctico la diferencia entre mantener tus ahorros en la cuenta corriente o ponerlos a trabajar.

11 abril, 2017 08:12

La casa se les está empezando a quedar pequeña. Dos vecinos de toda la vida planean mudarse en un futuro a un barrio más tranquilo y en el que puedan tener una vivienda más amplia que la actual. Así que empiezan a ahorrar.

 Tienen 10.000 euros ahorrados como punto de partida y se ponen de acuerdo en ir ahorrando 300 euros más todos los meses.

 Uno de ellos, más conservador, decide ir apartando el dinero a su cuenta corriente. No lleva bien la idea de ver bajar  lo que tanto esfuerzo le ha costado conseguir. El segundo, más arriesgado, decide invertirlo en un fondo que le aporta una rentabilidad del 6,6% anual, aunque por el camino deba soportar cierta volatilidad.

 Al cabo de 20 años, el conservador podrá retirar de su cuenta los 87.471 euros que ha ido juntando a lo largo de este periodo. Claro que, por culpa de lo que ha subido la cesta de la compra en estos años, en realidad sus euros, compran ahora menos cosas.

 El segundo, haciendo el mismo esfuerzo ahorrador, pero invirtiendo, rescatará al cabo de la veintena 206.036 euros. Los mismos 87.471 euros que fue ahorrando le generaron en intereses el resto. En total, ha tenido unas plusvalías de en torno a 108.500 euros. Es la brutal diferencia entre invertir el dinero y no hacerlo.

 Con esta píldora que te traemos Invertia y FInect, puedes hacer tus propios cálculos sobre cuánto podrías obtener al cabo de unos años en función de lo que puedas ahorrar cada mes y dependiendo del riesgo que quieras asumir. Incluso siendo un inversor conservador y reacio a posibles pérdidas o a la volatilidad del mercado, sigue siendo interesante ver los números que da como resultado el largo plazo.

 Por ejemplo, si el vecino conservador hubiese optado al menos por un producto de bajo riesgo, que le aportase no más de un 1% anualizado, le podría haber generado 10.882 euros de ganancia, que le ayudarían a no perder poder adquisitivo por culpa de la inflación.

A la hora de pensar en el futuro, los ahorradores deben conocer bien su perfil de riesgo y saber si pueden tolerar ver caídas en sus inversiones. Pero, como se puede ver, ser demasiado conservador puede acabar teniendo un elevado `coste¿ a largo plazo, un menor beneficio del que también hay que ser consciente a la hora de tomar la decisión de invertir o no.