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La avalancha compradora del mercado de derivados anticipa más subidas para el dólar

El «querido dólar» de Donald Trump está todavía lejos de haber tocado techo en su escalada. El mercado de derivados anticipa más subidas, e incluso más verticales que hasta ahora.

25 agosto, 2018 04:00

La reciente remontada del euro, el yuan, la lira turca y un buen puñado de divisas emergentes contra el dólar apunta a quedarse en una anécdota. Lejos de un cambio de tendencia en el mercado, chartistas e inversores coinciden en que más bien ha sido un ajuste técnico sin recorrido. En otras palabras, una oportunidad para incrementar apuestas por la moneda estadounidense.

Las gráficas del par euro/dólar no dan síntomas de ningún giro en la tendencia que se mantiene, con algún que otro altibajo desde el pasado mes de febrero. En este tiempo, el euro ha pasado de conseguir 1,25 dólares por unidad a ver reducido su cambio incluso por debajo de los 1,14 `billetes verdes¿. Una depreciación próxima al 9%.

En el mercado de derivados, el pronóstico se confirma a juzgar por los últimos movimientos de los inversores. En la última semana se han liquidado posiciones por 10,2 millones de dólares en productos cotizados que apuestan por la caída de la moneda estadounidense y la subida de la europea. La crisis de Turquía, que ha contagiado con fuerza a algunos mercados del Viejo Continente, ha sido determinante para este vuelco de carteras. En solo siete días se han eliminado prácticamente por completo las apuestas por 11,6 millones de dólares que durante la quincena anterior habían entrado a jugar largos sobre el euro y cortos sobre el dólar, según datos recopilados por la consultora ETF Securities.

El panorama se repite en el cruce con otras muchas divisas. El analista Aitor Méndez, de IG Markets, señala que el rublo ruso ¿afronta sus momentos de mayor debilidad en más de dos años¿, desde que Washington decretó sanciones económicas contra Moscú por el supuesto intento de asesinato en Reino Unido del exespía Sergei Skripal. Por primera vez desde abril de 2016, la moneda rusa ha cedido a un cambio de 69 rublos por cada dólar, lo que ha provocado que el Banco de Rusia haya decidido suspender sus compras de divisas hasta finales de septiembre. La escalada frente al real brasileño también es bien vertical.

La divergencia que se han marcado en sus agendas monetarias el Banco Central Europeo (BCE) y la Reserva Federal de EEUU (Fed) sustenta esta visión. Mientras que el presidido por Mario Draghi sigue sin mostrar fisuras en cuanto a la bondad de mantener tipos de interés en mínimos históricos al menos hasta el próximo verano, las voces que piden dos alzas en el precio oficial del dólar antes de que termine el año son cada vez más en el seno de la institución que dirige Jerome Powell.

Las gráficas del analista Sergio Ávila indican que un cierre de vela en 30 minutos por debajo de los 1,15359 dólares por euro sería la señal de retrocesos hacia los 1,1488 `billetes verdes¿. La última vez que el cruce entre ambas divisas estuvo en esta cota fue el martes pasado, momento en el que el euro comenzó a coger fuerza en su avance a la espera de la mesa de negociaciones con China y las actas del BCE y la Fed.

UN ESCENARIO ATÍPICO

Por si fuera poco, analistas del mercado de divisas coinciden en que mientras se mantenga la escalada en la guerra comercial desatada por el propio presidente Trump, el dólar seguirá actuando como valor refugio. En este sentido, incluso con la crisis turca pendiente de una solución de medio plazo, fueron las noticias que hacían pensar en cierta distensión arancelaria las que impulsaron al euro y las divisas emergentes hacia una tímida recuperación. Tan pronto como se ha conocido que el calendario de implantación de nuevas -o más abultadas- tasas comerciales seguía su curso incluso en medio de negociaciones bilaterales, el `billete verde¿ ha vuelto a repuntar.

Este cóctel de inestabilidad pronto podría dar lugar también a una situación poco habitual en los mercados: la apreciación pareja del dólar y el oro. Si bien el preciado metal no ha resplandecido en ninguno de los últimos episodios de volatilidad de los mercados, los inversores podrían estar empezando a preparar sus carteras para un eventual recrudecimiento del clima económico mundial aprovechando los bajos precios del activo refugio histórico por excelencia.

Así, los ETF y otros productos de inversión cotizados sobre el oro han registrado en la última semana la mayor entrada de capitales desde junio: 85,5 millones de dólares. La cifra, computada por ETF Securites, aún es moderada y sigue sin tener paralelismo en los números que se manejan en activos de inversión directa sobre el oro, como los futuros y las piezas físicas como monedas y lingotes.

La amenaza de ventas por parte del Banco de Turquía pasaría a un segundo plano para los inversores en caso de que las condiciones económicas mundiales, especialmente de los emergentes, se vieran mermadas. Mientras tanto, el dólar podría seguir actuando también como refugio, respaldado por los buenos datos macroeconómicos de que goza EEUU y que los analistas prevén que se mantengan a medio plazo incluso a pesar de las turbulencias que puedan estar por venir.