La agitación que en los últimos meses marca la evolución de las criptomonedas pronto tendrá su particular reflejo en Criptan. La fintech, una de las líderes en la operativa con estos activos en España, incluirá el dai en su plataforma antes de que acabe el año. Además, la stable coin previsiblemente relevará al litecoin, que podría quedar fuera del catálogo de la valenciana.

El plan de Criptan es proceder “en breve” a la incorporación del dai, según explica su consejero delegado, Jorge Soriano, en primicia para Invertia. Si bien en un principio estaba previsto que la stable coin se hubiera incorporado sin desplazar a ninguna otra criptomoneda, las últimas dinámicas de este bullicioso mercado han llevado la fintech valenciana a contemplar la previsible salida del litecoin de su cesta, según ha asegurado el también cofundador de la firma a este portal.

En este sentido, Soriano explica que “el litecoin tiene una menor aceptación” entre los clientes de Criptan, que siguen concentrando el grueso de sus operaciones y monederos en el bitcoin. Aquí cabe señalar que el litecoin es de hecho una de las criptos más similares al bitcoin, puesto que nació en octubre de 2011 como una bifurcación del software de la moneda digital reina del mercado.

Revalorización

Asimismo, hay un factor añadido que explica el menor atractivo del litecoin entre los inversores más profanos: su revalorización en el año. Desde enero, se aprecia un 44% frente al dólar, la divisa fiduciaria más empleada en el cambio de moneda. Aunque el porcentaje es más que sugerente si se compara con el 18% que pierde a estas alturas del año el Ibex 35, se queda en poco si se contrapone al 121% que el bitcoin gana en el mismo periodo.

Por otra parte, la renovada volatilidad que el coronavirus -y especialmente la segunda ola- ha traído a los mercados financieros ha llevado a muchos inversores a demandar y buscar fórmulas para limitar los bandazos de sus carteras. Si en bolsa eso se ha traducido en carteras growth y defensivas, en las criptomonedas, esta estrategia pasa necesariamente por las stable coins. Esto se debe a que, como dai, tienen un cambio fijo frente a una moneda fiduciaria.

Antídoto

En este caso, el dai tiene un valor anclado de uno a uno frente al dólar estadounidense. Este factor ha hecho que desde su aparición en 2017 se haya ido ganando un puesto cada vez más significativo entre las criptomonedas más seguidas del mercado. Además, se da la circunstancia de que esta cripto está respaldada por el ethereum, que junto con el bitcoin tiene asegurado el seguir formando parte del catálogo de Criptan.

Esta popularidad ha crecido en los últimos meses, según fuentes especializadas del sector debido fundamentalmente a tres factores. En primer lugar, como antídoto a la volatilidad desatada en la industria a golpe de titular con cada retroceso o avance frente al coronavirus. Después, por el incremento del uso de las criptomonedas como método de pago. Y, por último, pero no menos importante, el creciente marcaje fiscal de los gobiernos a las operaciones con monedas digitales.

El primer factor es evidente. Sirva como ejemplo que entre máximos y mínimos de las últimas 52 semanas el bitcoin marca una horquilla del 300%, entre los 4.001 y los 15.981 dólares. Y eso que la especulación en torno a la moneda reina ha caído, ya que un 63% de los bitcoins no cambia de manos en el último ejercicio, tal y como señalan recientes estudios al respecto.

Por lo que se refiere al segundo factor, las ventajas de una stable coin como por la que ahora apuesta Criptan es especialmente relevante para fijar precios en transacciones que se cerrarán a medio plazo. Al tratarse de una criptomoneda con un precio fijo frente a una moneda fiat, ni el comprador ni el vendedor se arriesgan a cerrar la operación con una valoración muy diferente a la del momento del acuerdo entre ambas partes.

Fiscalidad

En lo que se refiere a las implicaciones fiscales, la reciente oleada regulatoria tiene mucho que decir al respecto. En este sentido, la mayoría de normativas que se están desplegando contemplan la rendición de cuentas por las ganancias obtenidas operando en criptomonedas cuando se consume su conversión a divisas fiat. De este modo, la conversión a dai permitiría asegurar esos beneficios latentes sin tener que pasar por la caja registradora de las autoridades fiscales de turno.

Además, el hecho de que el dinero de los clientes permanezca en la plataforma de inversión en lugar de traspasarse a la cuenta bancaria asociada -como ocurriría en la conversión a moneda fiduciaria- podría facilitar una mayor operatividad de los clientes y, por tanto, más volúmenes de inversión y más recurrentes con el consiguiente impacto positivo en el negocio de las plataformas que las adoptan.

Un factor clave en un momento en que cada vez más inversores se acercan por primera vez al universo de las criptomonedas, especialmente en España. Y es que, según un reciente estudio sectorial, el país es el cuarto de Europa con más confianza en el universo cripto y las posibilidades de su desarrollo futuro.

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