
Cotización del oro del pasado 22 de febrero. El metal precioso se encoentraba bajo los 3.000 dólares.
Del oro al euro: cinco inversiones recomendadas por los analistas por si las tensiones comerciales se recrudecen
Algunos expertos creen que las bolsas pueden enfrentarse a otra oleada de pérdidas si las negociaciones entre EEUU y China fracasan.
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El aparente acercamiento entre Estados Unidos y China (delegaciones de ambos países se ven este fin de semana en Suiza para reducir las tensiones) y el acuerdo comercial firmado entre Washington y Londres han reducido temporalmente la aversión al riesgo en los mercados. Sin embargo, la guerra arancelaria podría reactivarse. En ese escenario, los analistas destacan el papel del oro, el euro, la deuda de los bancos e incluso el bitcoin como activos refugio a los que los inversores podrían acudir.
Gustavo Martínez, profesor de la Universidad Francisco Marroquín, advierte de que "los mercados financieros son altamente sensibles a cualquier giro inesperado en la narrativa política o económica".
En su opinión, y a pesar de que algunos indicadores muestran recuperación, "es prematuro afirmar que lo peor ha pasado". "La complacencia puede ser peligrosa si se subestiman los riesgos de fondo. La volatilidad podría regresar con fuerza ante cualquier sorpresa negativa", añade.
José Manuel Marín Cebrián, economista y fundador de Fortuna SFP, recuerda que "Trump representa un enfoque de política exterior y comercial marcadamente unilateralista y pragmático". Por tanto, "aunque en el corto plazo estos movimientos diplomáticos y comerciales generan optimismo, reflejándose en repuntes bursátiles o en el fortalecimiento de ciertos sectores, no significa que los riesgos estructurales hayan desaparecido", destaca.
Así, "aunque podría decirse que los mercados se sienten más aliviados respecto a los peores escenarios de ruptura, sería prematuro asumir que hemos entrado en una fase libre de sobresaltos". En este aspecto, cree que "la volatilidad seguirá presente, aunque con nuevos protagonistas y formas".
Manuel Pinto, analista de mercados, es un poco más pesimista. Advierte de que durante las próximas semanas se podría dar una segunda ola de ventas en los mercados bursátiles, especialmente intensa en el caso de Wall Street. La razón: una falta de entendimiento entre Estados Unidos y China. Cree que las posturas de ambos países están demasiado alejadas como para materializarse en un acuerdo comercial.
En este contexto, desde WisdomTree señalan varios activos que pueden servir de refugio para los inversores. Algunos son más tradicionales como el oro, y otros se presentan como nuevas alternativas. Son el euro, el bitcoin o la deuda convertible —conocida como CoCos— de los bancos.
El oro
El oro ha actuado históricamente como un activo refugio. Durante los episodios de tensión comercial, de desaceleración económica o de elevada inflación, los inversores han recurrido al metal precioso como una forma de preservar valor.
A su carácter de activo refugio se suma una demanda creciente por parte de bancos centrales, especialmente de economías emergentes, como mecanismo de diversificación frente al dólar, y las expectativas de bajadas de tipos por parte de la Reserva Federal (Fed).
Beatriz Villafranca Serrano, economista de CaixaBank Research, apunta que "en los cuatro primeros meses de 2025, la mayor parte de las dinámicas que alimentan el rally del oro se mantienen o se han intensificado, como los riesgos geopolíticos vinculados a la política arancelaria impuesta por Donald Trump".
En consecuencia, la demanda total de oro ha seguido creciendo, lo que ha impulsado al metal amarillo hasta los 3.500 dólares por primera vez en la historia. Su precio se encuentra ahora ligeramente por debajo dicho nivel, tras subir un 26,7% desde enero.
Para Marín Cebrián, la tendencia alcista del oro podría mantenerse si persisten algunos de los factores comentados. "Si bien es probable que veamos cierta toma de beneficios o consolidación si mejora el apetito por el riesgo, el oro conserva un papel estratégico en las carteras como diversificador y reserva de valor", explica.
En WisdomTree creen que el metal podría alcanzar los 3.610 dólares en el primer trimestre de 2026. Ese es su supuesto principal. Pero en un escenario más alcista, caracterizado por una mayor depreciación del dólar y una caída de la rentabilidad de los bonos de Estados Unidos (impulsada por los recortes de tipos de la Fed en respuesta a las presiones del mercado laboral) estiman que puede superar los 4.210 dólares por onza.
El euro
En la gestora también destacan el papel del euro. Aunque, tradicionalmente, los inversores que buscaban estabilidad optaban por el dólar estadounidense, la imprevisibilidad de las políticas de la Administración Trump ha cambiado esta dinámica.
Impulsado por este cambio de paradigma, el euro se ha revalorizado un 8,8% frente al dólar en lo que va de año. Para Marín Cebrián, la divisa comunitaria ha recuperado tracción como moneda de reserva y como vehículo de diversificación.
Por el contrario, "el dólar está perdiendo parcialmente su estatus incuestionable como activo refugio, una tendencia que también afecta a la deuda soberana estadounidense".
"Factores como el aumento estructural del déficit fiscal, la elevada emisión de deuda y la creciente incertidumbre política en EEUU, acentuada tras el regreso de Trump al poder, han provocado un cierto repliegue por parte de inversores institucionales y bancos centrales, que ahora buscan refugios alternativos más allá del billete verde", afirma.
El bitcoin
Los gestores de WisdomTree también incluyen al bitcoin en su lista de activos refugio. Según explican, la criptomoneda "ha demostrado una notable resiliencia en medio de la volatilidad del mercado provocada por las incertidumbres comerciales".
Para hacer esta afirmación se basan en que, tras las fuertes ventas sufridas tras el anuncio de los aranceles recíprocos en el 'Día de la Liberación', es decir, el pasado 2 de abril, el bitcoin se estabilizó cerca de los 83.000 dólares, "incluso cuando la renta variable se desplomó".
Tras caer brevemente hasta los 75.000 dólares, el bitcoin se ha recuperado y ahora cotiza por encima de los 100.000 dólares. Está muy cerca de los máximos históricos que alcanzó el pasado 20 de enero, cuando tocó los 109.000 dólares.
"Con Trump presionando al presidente de la Fed, Jerome Powell, el papel del bitcoin como una cobertura macroeconómica políticamente neutral y de oferta limitada, similar al oro digital, parece estar ganando más tracción", consideran en la firma.
Creen que "la adopción institucional, incluidos los ETF de bitcoin y el aumento de las asignaciones por parte de las tesorerías de las empresas, refuerza esta tendencia". Y a ello se suma el nombramiento de Paul Atkins —favorable a las criptodivisas— como presidente de la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC) así como la reserva estratégica de bitcoin puesta en marcha por la Administración Trump.
En el escenario base de Manuel Pinto, que incluye una fuerte desaceleración de la economía estadounidense, que conlleva recortes de tipos y nuevas emisiones de deuda, "el bitcoin, un activo digital descentralizado, que no está controlado por un gobierno, banco central o autoridad central, cobra especial relevancia".
'CoCos'
En WisdomTree creen que, en este contexto de mayor volatilidad en los mercados, los bonos convertibles contingentes del sector bancario destacan como opciones de inversión atractivas. Estiman que al ofrecer actualmente diferenciales ampliados cercanos a los 400 puntos básicos, los CoCos representan una oportunidad para obtener rentabilidad.
En la gestora enfatizan que "los bancos no se enfrentan a ningún impacto directo de las subidas arancelarias. Su exposición es indirecta y tardía, ya que se produce más tarde en el ciclo económico a través de la angustia de los clientes si el desempleo aumenta sustancialmente".
La bolsa india
En este contexto de mercado, Pinto también destaca la renta variable de India. El país "mantiene un excelente crecimiento en el sector manufacturero que le permitirá rivalizar con China en un futuro, la población media crece, el crecimiento del PIB esperado es del 6% y el banco central puede recortar tipos porque la inflación está bajando", relata.
También menciona la renta variable de Japón, Suiza, Reino Unido y los países emergentes de Latinoamérica, además de las utilities y el real estate europeo y las empresas de defensa y servicios de comunicación en Estados Unidos.