Parece que la actual situación geopolítica es una oportunidad histórica para la industria mundial de defensa: mientras un punto caliente se enfría, surge otro en otro lugar. Incluso se prevé que, además de posibles conflictos en Oriente Medio, Europa Occidental y Asia podrían verse pronto envueltas en nuevos conflictos.

En cuanto a la Unión Europea (UE), el futuro no parece más halagüeño. En primer lugar, las tensiones entre Kosovo y Serbia están lejos de alcanzar una paz completa y ahora resurgen las tensiones en Transnistria.

En segundo lugar, y a más largo plazo y con consecuencias más drásticas, crece el riesgo de un posible conflicto entre países de la UE debido a la escasez de agua.

Crece el riesgo de un posible conflicto entre países de la UE debido a la escasez de agua

Y, sin embargo, las acciones de algunos de los líderes del sector en Estados Unidos han tenido un comportamiento bastante mediocre durante el pasado año. ¿Está ya todo descontado? La cuestión es que el hecho de que el gobierno estadounidense no reduzca su apetito por el gasto militar no significa necesariamente que los beneficios empresariales vayan a aumentar.

Tomemos como ejemplo a Lockheed Martin, que registró unos ingresos en el cuarto trimestre inferiores a los previstos, con un tercer trimestre en general plano. El resultado fue que las acciones de Lockheed Martin cayeron más de un 6% en el año.

A otros grandes nombres del sector no les fue mucho mejor. Las acciones de Northrop Grumman subieron sólo un 2%, mientras que las de Raytheon Technologies cayeron un 5%. ¿A qué se debe el decepcionante rendimiento de algunas empresas?

Al parecer, el Pentágono utiliza contratos para desarrollar nuevos sistemas de armas, en los que las empresas obtienen un beneficio fijo y el Gobierno cubre los costes imprevistos. Cuando se finalizan los planes y las armas están listas para la producción, la Administración suele cambiar a contratos de precio fijo, con lo que las empresas se enfrentan a costes.

¿En qué situación nos encontramos?

En cuanto a las perspectivas, una recesión económica podría recortar los presupuestos, afectando al gasto en defensa incluso cuando las tensiones geopolíticas son elevadas.

Además, los cambios en la política y el liderazgo de los gobiernos también pueden perturbar el sector de la defensa especialmente si perciben una reducción de las amenazas.

Cuando algo parece ser una oportunidad segura, es fundamental ser cauteloso

Por ejemplo, si Estados Unidos se retira de la OTAN, otros estados miembros pueden sentir menos necesidad de mantener altos niveles de gasto militar.

En general, cuando algo parece ser una oportunidad segura, es fundamental ser cauteloso primero y luego profundizar en la investigación de las perspectivas de una empresa.

En cuanto a los indicadores técnicos, además del volumen, es crucial seguir los niveles de soporte y resistencia y, por supuesto, las condiciones y tendencias generales del mercado.

***Igor Kuchma es analista de Trading View.